Riestra y su extrema pretemporada: ¿Qué hay detrás de entrenar a las 3 AM?

Redacción Cuyo News
14 min
Cortito y conciso:

Deportivo Riestra, en su segunda incursión en la máxima categoría del fútbol argentino, no se anda con chiquitas. Su pretemporada, famosa por arrancar a las 3 de la mañana, genera debate. Javier Lores, preparador físico del club, explicó a TyC Sports la razón detrás de este método poco convencional, que busca llevar a los jugadores a umbrales de tolerancia física y mental muy altos. Además, detalló cómo gestionan las cargas de entrenamiento y la importancia de la comunicación con el plantel para evitar lesiones. Todo esto, con la mirada fija en los buenos resultados, como los que cosecharon en el 2024, cuando se fortalecieron como uno de los mejores equipos locales del país.

El fútbol argentino, ese crisol de pasiones y tácticas, arranca una nueva temporada con 30 equipos en la Primera División. El calendario no da tregua, y las pretemporadas se comprimen en apenas tres semanas. Pero, en medio de esta vorágine, un equipo despierta cierta curiosidad: Deportivo Riestra. El Malevo, conocido por sus métodos poco ortodoxos, vuelve a la carga con entrenamientos que inician cuando el gallo todavía está soñando: ¡a las 3 de la madrugada! Pero, ¿qué hay detrás de esta rutina que parece sacada de un campo de entrenamiento militar? Javier Lores, el preparador físico del equipo, nos da la posta desde el corazón de Pompeya.

Riestra llevó a cabo su exhaustiva pretemporada en Pinamar

Esta particular planificación, que algunos considerarían digna de un reality show, no es nueva. Rige en el club desde hace una década, desde que Víctor Stinfale tomó las riendas, cuando Riestra todavía se codeaba con el barro de la D. En enero, la tropa se muda a Pinamar, donde se aloja en un hotel privado para llevar a cabo esta rutina que desafía el sentido común. Arrancan con un turno a las 3:20, seguido por otros a las 7:15, 10:45 y 17:30. Una agenda que dejaría exhausto hasta al mismísimo Usain Bolt, sumado a los descansos, alimentación y cuidados personales de cada jugador.

Sin embargo, el propio Lores aclara que, en realidad, la pretemporada en Pinamar se basa en tres turnos, no en cuatro como se rumoreaba. Luego, ya de vuelta en el predio de Candela, el enfoque cambia hacia lo estratégico, con trabajos de pelota y táctica. «Dividimos las sesiones en tres estadios distintos: a la mañana temprano, media mañana y por la tarde. Así fuimos llevando el día a día en Pinamar y después, cuando volvimos al predio, nos centramos más en lo estratégico, en los trabajos de pelota y la parte táctica», explicó.

La pretemporada en Riestra: ¿Método o locura?

¿Los tres turnos eran cosa de todos los días? Según Lores, sí, siempre. Tanto en Pinamar como en Candela, donde redujeron a dos turnos, la planificación se respetó a rajatabla. Durante la temporada, el ritmo se modera a un solo turno, complementado con ejercicios compensatorios como boxeo y spinning, ideales para controlar el peso o simplemente para desconectar. «Teníamos dos estímulos muy fuertes en Pinamar, por lo que el turno de la mañana siguiente, por una cuestión orgánica, teníamos que bajar la intensidad. Pero siempre respetando la planificación», añadió.

La famosa pretemporada de Riestra: desde las 3 am hasta las 22

La pretemporada, claro, es fundamental en cualquier deporte. Es el momento de poner a punto la maquinaria, de potenciar las capacidades del atleta para que llegue al máximo nivel. Pero en el fútbol, el tiempo de acondicionamiento se ha reducido drásticamente. «No se puede hacer una preparación tradicional», lamenta Lores. «Hoy los calendarios te exigen estar en un estado de forma casi todo el año». Y es que, como diría el «Bambino» Veira, el jugador de fútbol no puede parar. Si lo hace, corre el riesgo de perder su lugar y su estado físico. «En el período de vacaciones tiene un plan de entrenamiento y trata de llevarlo adelante. La idea es que el jugador no pare nunca el movimiento. Si bien el descanso mental es importante, la competencia es tan exigente que no te permite una relajación tan amplia», detalló.

Históricamente, la pretemporada se ha basado en aumentar las cargas de entrenamiento. Pero la falta de tiempo ha transformado también este aspecto. ¿Cómo gestionan entonces las cargas en Riestra?

El entrenamiento de Riestra, de los más exigentes del fútbol argentino

Intensidad y control: la clave de la pretemporada de Riestra

«Como no hay tiempo para una preparación tradicional, tratamos de manejar las cargas muy similares a las de final de año», explica Lores. «Lo que te permitiría no competir tan seguidamente es que se puede construir más en lo que tiene que ver con los trabajos de fuerza, de densidad, volúmenes, pausa. Cuando entrenamos durante el año, no planificamos lo que es el microciclo semanal».

El microciclo, esa estructura que organiza períodos cortos de entrenamiento de una o dos semanas, es clave en la planificación deportiva. En Riestra, utilizan un microciclo de tres estímulos diarios durante la pretemporada. «Ahí sectorizamos: a la mañana trabajo de fuerza, a la media mañana trabajos metabólicos y a la tarde nos guiamos mucho a cómo entrenó el equipo durante el día», especificó el preparador físico. Y destaca la importancia de la comunicación con los jugadores para evitar fatigas y lesiones, con el fin de «visualizar sensaciones para la tercera parte. Si las sesiones previas se pudieron llevar adelante de manera óptima, entonces el último turno podemos utilizar una intensidad media-alta, o utilizarlo como recuperación».

¿Cuánto duran esos turnos? Según Lores, las sesiones de fuerza, por ejemplo, rondan los 45 minutos, mientras que los trabajos en la playa se extienden hasta una hora. Todo esto, claro, sin contar el calentamiento y la regeneración posterior. En el gimnasio, el trabajo es individualizado y se controla con un encoder vertical, un dispositivo que mide la velocidad lineal de los movimientos, permitiendo agrupar a los jugadores según sus capacidades. «Particularmente yo tengo una manera de trabajar con no más de cuatro jugadores por grupo. Lo que tiene que ver con las cargas, lo evaluamos con un encoder vertical. Me permite tener a través de la velocidad, desplazamientos de determinado ejercicio», detalló Lores, agregando que «en base a esa información vamos agrupando a los jugadores para determinados ejercicios».

Riestra y la famosa pretemporada

Riestra y la famosa pretemporada

Pero, ¿qué pasa con la fatiga? Como dice el dicho, «el cuerpo pasa factura». Los jugadores acumulan kilómetros en las piernas a lo largo del año, y la pretemporada es una exigencia más. Lores lo tiene claro: «Es muy importante lo del esfuerzo percibido, el evaluar sensaciones, preguntar cómo se sienten individualmente», explica, añadiendo que «los pesos no son determinantes. En el fútbol medir una carga no me va a hacer ganar o perder un partido, lo que me va a dar es mejoría. Por eso, en el día a día, en cuanto a la fatiga, sí se pueden cambiar los pesos, no es algo que a me moleste. Si yo veo que el jugador no está para ese momento, no está. Lo más importante es el momento de entrenar con el DT y el fútbol. El jugador debe estar óptimo en las tareas de campo».

Lores es un convencido de que la fuerza es el punto de partida para todo en el fútbol. «Soy partidario de que a partir de la fuerza empezamos a sacar flechas para todo. El núcleo es la fuerza, en todas las manifestaciones que uno pueda estimularla. Es la capacidad condicional que particularmente a mí me parece más determinante».

Las jornadas maratónicas que arrancan en la madrugada podrían parecer contradictorias con la fisiología humana, pero Lores justifica esta práctica en pos de un objetivo mayor: «Nosotros sabemos que al descanso nocturno no hay manera de compararlo por los beneficios que trae. Pero en ese tiempo buscamos ese estímulo como uno superador, buscar la incomodidad, llevar al jugador a un nivel de tolerancia alta». En resumen, se trata de forjar jugadores a prueba de todo.

El legado de Riestra: preparándose para la incomodidad

«Este entrenamiento ha llamado la atención a muchos porque arrancaba a las tres de la mañana. En el perfil de Riestra necesitamos que los futbolistas estén acostumbrados a llegar a umbrales muy altos», confiesa el PF. «Es un formato del club que se viene implementando desde que apareció en las primeras páginas del Ascenso. Lo sigue utilizando, sube escalones y la verdad es que los resultados están a la vista. Después los entrenamientos no son tan pesados, tratamos de también utilizar el peso corporal, y sobre todo prestar atención a lo mental».

Y es que Riestra, en su debut en la máxima categoría en 2024, dejó una buena impresión. Fue el mejor equipo local del fútbol argentino, perdiendo solo una vez en el Estadio Guillermo Laza. En comparación a Independiente Rivadavia, uno de sus compañeros del ascenso, demostró solidez sacando ventaja en los promedios y la tabla anual.

Lores atribuye este rendimiento a la efectividad del programa de entrenamiento del club durante la temporada. «En las semanas cuando hay partido lo dividimos: un día orientado a la fuerza estructural, otro fuerza con potencia y otro trabajos de velocidad. Ya cerca del partido, el día anterior o dos antes, hacemos más trabajos de coordinación, estímulos neurales sin sobrecargas», detalla, añadiendo que busca introducir una tarea previa orientada a la velocidad que tenga una relación positiva a lo que se va a hacer después en el campo.

Riestra realiza la segunda parte de la pretemporada en Candela

Riestra realiza la segunda parte de la pretemporada en Candela

Los jugadores, según Lores, se adaptaron a la perfección a la incomodidad que exige el club. «Si el jugador que viene a Riestra no logra la adaptación que el club pide, se va. Y la verdad es que los chicos respondieron muy bien. A mi me sorprende cómo lo manejan. Yo veo los GPS que utiliza el plantel y después dentro de la cancha veo estadísticas increíbles. Hay mucha predisposición física y mental que llama la atención”, contó el PF, confesando no creer ver algo igual en ningún otro club.

Pero, ¿y la táctica? Ahí es donde entra en juego Cristian «Ogro» Fabbiani, el entrenador. Lores lo describe como estructural, planificado y metódico. «El grupo tiene una manera muy mecanicista de trabajar. Establecen movimientos en base al rival y establecen movimientos propios de patrones de conducta. En el juego es muy visible cómo son los recorridos, el equipo sabe a qué juega», analiza. Y lanza una advertencia: «Desde el cuerpo técnico se les comunica que la improvisación no es el arma de este equipo, hay que tener un sistema estructurado que está comprobado y que ha dado resultado. Desde la base está todo preestablecido, el jugador sabe lo que tiene que hacer”.

El Malevo no está de paseo en este torneo. En su segundo debut en Primera, este jueves, se medirá ante Lanús en La Fortaleza a las 21.30. El debate está abierto: ¿es el método de Riestra una genialidad o una locura? Solo el tiempo, y la pelota, tendrán la última palabra.

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