En un partido que dejó tela para cortar, Defensa y Justicia empató 1-1 con Banfield en Florencio Varela. El Halcón dominó gran parte del encuentro, pero la falta de contundencia y un penal polémico terminaron por sellar una igualdad que sabe a poco para los de Vaccari. El Taladro, mientras tanto, se llevó un punto que puede ser clave en su lucha por la permanencia.
El Florencio Sola fue testigo de un partido que tuvo de todo, menos el grito sagrado del gol para el local. Defensa y Justicia, con su libreto habitual de posesión y ataque constante, chocó una y otra vez contra la férrea defensa de Banfield. A pesar del dominio, el Halcón no pudo traducir esa superioridad en el marcador, una historia que ya comienza a ser recurrente para los de Vaccari. ¿Será que la efectividad en los últimos metros se está volviendo el Talón de Aquiles de este equipo?
El juego y la polémica del encuentro
Si bien Defensa propuso, el partido se abrió con un gol de penal de Milton Giménez para Banfield, una jugada que generó polémica y que hizo levantar más de una ceja en el banco local. «Fue un penal raro», dirán algunos, «un penal que cambia el partido», argumentarán otros. Lo cierto es que el Taladro se puso en ventaja sin hacer demasiado alarde de su juego. Defensa, fiel a su estilo, no se amilanó y siguió buscando el gol, que finalmente llegó por medio de un cabezazo de Santiago Ramos Mingo, luego de un tiro de esquina. Era el empate gritado con el alma, pero que dejaba gusto a poco, a ese «casi» que no sirve en una liga tan competitiva.
El complemento fue un calco de la primera parte, pero con Defensa y Justicia acentuando su asedio sobre el arco de Banfield. La figura de Sanguinetti, arquero del Taladro, comenzó a crecer a medida que transcurrían los minutos, ahogando cada intento del local por romper la igualdad. Ni siquiera el empuje de los cambios pudieron modificar el resultado. ¿Demasiadas ganas y poca puntería? ¿Un día de esos en que la pelota no quiere entrar? Lo cierto es que el hincha del Halcón se fue con un sabor amargo, preguntándose qué hubiese pasado si…
¿Un punto que suma o dos que se escapan?
La igualdad final dejó sensaciones encontradas. Para Banfield, un punto de oro en su lucha por la permanencia, un resultado que les da aire y confianza para encarar lo que viene. Para Defensa y Justicia, dos puntos que se escapan de local y que obligan a este equipo a sumar de a tres en la próxima jornada. La historia de este partido nos deja una reflexión: en el fútbol, como en la vida, no siempre el que juega mejor se lleva la victoria. Este empate en Florencio Varela nos recuerda que la efectividad y la contundencia pueden ser la diferencia entre un buen equipo y uno que aspire a cosas grandes. ¿Será que esta lección servirá para el próximo partido? El tiempo dirá.
