Sebastián Domínguez, debutó con una estrepitosa derrota 3-0 al mando de Vélez, el actual campeón, ante Tigre. El DT admitió la contundente diferencia entre ambos equipos, la falta de eficacia de su equipo y la mala fortuna con las lesiones. Además, se refirió a la búsqueda de un reemplazo para Claudio Aquino y el desafío de adaptarse al nuevo esquema.
Sebastián Domínguez tuvo una presentación para el olvido al frente del campeón, Vélez Sarsfield. El «Fortín» cayó 3-0 ante Tigre en Victoria, en lo que fue el debut en el Torneo Apertura, dejando una imagen preocupante que generó múltiples opiniones entre los amantes del fútbol rioplatense.
En la conferencia de prensa post-partido, el ex defensor, con una cruda honestidad digna de un análisis futbolístico de Eber Ludueña, reconoció la superioridad de su ex equipo, Tigre, y la eficacia del «Matador» al liquidar el partido tempranamente. «El partido se da con los primeros dos remates de gol de Tigre, y después, en todas las situaciones que se dieron en nuestra área, dos más en el primer tiempo y dos más en el segundo, fue notoria la diferencia. Nosotros metíamos la pelota en el área sin un sentido concreto, y cuando lo hacía Tigre era mucho más peligroso«, admitió el entrenador, con pocas excusas y un tono reflexivo.
Domínguez continuó su análisis sin pelos en la lengua. «En el segundo tiempo, cuando entramos convencidos a un gol de meternos en partido, la primera acción es una pared que devuelve un jugador nuestro con un poco de fortuna que termina en una gran definición al ángulo», repasó sobre el golazo de Martín Ortega, un tanto que desmoralizó cualquier esperanza de remontada. «Nos pasó acá con Boca el año pasado, que sin hacer un partido excepcional nos llevamos un resultado abultado», recordó, trayendo a la memoria un antecedente que sirve como recordatorio de que en el fútbol, a veces, la suerte no está de tu lado.
«Después era sostenerlo y tratar de no llevarnos un golpe mayor pensando que tenemos a Platense en muy poco tiempo», añadió, explicando su decisión de utilizar una línea de cinco defensores para tratar de controlar el partido. A pesar de su estrategia, reconoció que «un rival que patea dos veces al arco y convierte los primeros dos goles te termina desacomodando, es algo que sucede pocas veces. Para eso sí que no estábamos preparados tácticamente«, demostrando que ni el mejor manual de táctica puede prepararte para un comienzo tan desastroso como el que experimentó su equipo.
Sebastián Domínguez tras la derrota de Vélez en Tigre: «Nos estamos acomodando»
Para colmo de males, Domínguez también reconoció que “van 12 días de pretemporada, Tigre nos agarró embalados y nosotros nos estamos acomodando«, una frase que puede generar cierta controversia. Como si fuera poco, lamentó la mala fortuna con la fractura de tobillo de Joaquín García, que obligó al debut juvenil Isaías Andrada, y la lesión en la mano de Agustín Lagos, lo que se lee como un perfecto ejemplo de «cuando llueve, siempre diluvia».
Reemplazar a Claudio Aquino, la encrucijada del Fortín
En otro momento de la conferencia de prensa, el entrenador fue consultado sobre cómo suplir la ausencia de Claudio Aquino, dejando claro que sigue buscando soluciones en el mercado de pases, con la experiencia de un técnico que sabe lo que es el fútbol argentino. “Tenemos jugadores como Álvaro Montoro, (Maximiliano) Porcel, está (Raúl) Cabral, todos haciendo sus primeros pasos en el fútbol profesional. Seguimos en el mercado de pases mientras esté abierto buscando posiciones en el mediocampo, porque extremos y jugadores de uno contra uno tenemos”, aseguró el DT.
El esquema inicial con dos delanteros de área, estrategia utilizada con éxito por Quinteros el semestre pasado, también fue tema de charla. “Pensamos que pueden convivir Michael (Santos) y (Braian) Romero imaginando otro partido, donde hubiese más espacios, donde el rival no llegara dos veces y concretara dos goles en cinco minutos. Sufrimos la falta de Aquino, con los dos extremos por adentro de mucho uno contra uno como (Francisco) Pizzini, (Matías) Pellegrini e (Imanol) Machuca en el segundo tiempo y estirar a los laterales. Todo muy simpático en la teoría, pero no pudimos entrar nunca en juego”, explicó, dejando una imagen clara de que a veces, la pizarra puede ser muy diferente a la cancha.
Finalmente, sobre el legado de su antecesor, Domínguez declaró: «Dijimos que todo con lo que se sintieran cómodos lo íbamos a respetar y a su vez mejorar lo que creíamos que podíamos levantar la intensidad, que es el tema de los duelos y donde se impuso Tigre, en las pelotas divididas». Y sobre la posibilidad de volver al esquema anterior, reconoció que «podemos volver a jugar 4-2-3-1 bien marcado con los extremos abiertos, pero creo que en ese sistema el que unía todos los pedazos y hacía que funcione era Aquino y hoy no está», una cruda realidad que deberá resolver si quiere enderezar el rumbo de su equipo.
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