River Plate, con su nuevo plantel repleto de figuras, debutó en el Apertura 2025 con un empate 1-1 ante Platense. Pese a la igualdad, el rendimiento del equipo dejó mucho que desear, recordando que los nombres no siempre hacen al equipo y que el futbol argentino nunca es fácil, aún para los equipos más poderosos. El gol agónico de Matías Rojas evitó la derrota, pero no maquilló la falta de juego y de ideas del millonario.
Después de una pretemporada donde los hinchas se comieron la película con los refuerzos de lujo y aquel amistoso contra México que parecía un baile de salón, el debut de River en el Apertura 2025 contra Platense fue un balde de agua fría. Aquellos memoriosos, hinchas de ley, recordaron que un River plagado de estrellas, el de Menotti en la temporada 88-89, se mandó un papelón perdiendo 2-1 contra, ¡adivinen! el mismo Platense. Y para la sorpresa de muchos, la historia casi se repetía este sábado.
Con el agua al cuello, y faltando nada para el final, un gol de Matías Rojas rescató un empate 1-1, evitando una derrota que, francamente, hubiese sido la frutilla del postre para una actuación para el olvido. Este River que pintaba para selección, todavía está en construcción, como si el 2024 no hubiera terminado. Y es que así es el fútbol, muchachos, por más nombres que haya, si no hay tiempo de trabajo y una idea clara, las cosas no funcionan como uno quisiera.
Un llamado de atención necesario
Si algo dejó claro este partido, es que el futbol argentino no se come con la mano, no es un amistoso de verano, por más que el rival sea una selección. Por eso, en lugar de sacar conclusiones apuradas después de los primeros 90 minutos del torneo, lo mejor será fumar en pipa y esperar unos cuantos partidos. Este River, con cuatro campeones del mundo y un par de refuerzos que pintan para cracks, deberá demostrar que puede jugar en serio y no solo con la camiseta. Y ojo que perder también enseña, a veces es bueno un bife de realidad.
Lo mejor del empate entre Platense y River por el torneo Apertura 2025
El formato del torneo le pone alfombra roja a River en su cancha, pero no se puede dormir en los laureles las visitas serán claves para que este equipo empiece a carburar y deje de ser un equipo de nombre para convertirse en un equipo de fútbol. Una falta evitable de Acuña, sumada a una pifia de Armani, le dieron a Platense el escenario perfecto: de local, donde se hacen fuertes, defendieron con uñas y dientes. Tras un comienzo prometedor con un Lanzini enchufado, River se quedó sin ideas y se atascó en pases intrascendentes. Conclusión: un castigo merecido, porque pese al 79% de posesión, el arquero de Platense casi no tocó la pelota. Gallardo y su cuerpo técnico deberán anotar en la libreta que los rivales de este calibre, abundan en el futbol argentino y que se necesitan por lo menos 2 planes de contingencia.
El dato que tranquiliza a los hinchas
Y si algo hay que rescatar, además del empate milagroso, es que River, por primera vez en sus últimas visitas a Vicente López, no volvió a casa con lesionados. Pinola, Enzo Pérez y Acuña cayeron como moscas en esas visitas anteriores, así que este año por lo menos los jugadores tienen la suerte de su lado. El año recién empieza, la temporada es larguísima, tiempo hay de sobra para que aparezca el River que todos esperan.
