Ander Herrera, flamante refuerzo de Boca, admitió que Leonardo Ponzio, ídolo de River, fue un referente en su carrera. El español, que compartió equipo con Ponzio en Zaragoza, destacó su admiración y la influencia del ex volante millonario, marcando un curioso cruce entre ídolos de equipos antagónicos. Además, Herrera habló sobre su rol con los juveniles de Boca, en un vestuario que ya no admite los retos de antaño.
En un mercado de pases que movió el avispero, uno de los fichajes que más ruido hizo fue el de Ander Herrera en Boca. El mediocampista español, con pasado en clubes de la talla del París Saint-Germain, Manchester United y Athletic Bilbao, llegó al Xeneize con el pase en su poder y ya tuvo su debut en la goleada 5-0 ante Argentino de Monte Maíz por la Copa Argentina. Una incorporación que generó reacciones, pero lo que pocos esperaban eran sus declaraciones sobre un ídolo… ¡De River!
Resulta que Herrera, en una charla con Flavio Azzaro, no dudó en reconocer a Leonardo Ponzio, hoy referente del Millonario, como uno de sus grandes modelos a seguir: «Uno de los referentes de mi carrera, hoy es rival, que es Leo Ponzio. A mí me gustaba escucharlo, ver cómo entrenaba y se comportaba. Es una persona que admiro 100%, es un referente para mí y era uno de mis capitanes cuando empezaba», confesó el volante. ¡Si, señores Ponzio, el mismísimo león que tantas veces hizo rabiar a la hinchada Xeneize!

De Pupilo a Referente: El Nuevo Rol de Herrera
Ahora, con 35 años, el ex jugador del Athletic de Bilbao se presenta como un referente en el vestuario de Boca. Sin embargo, el español deja claro que su idea no es invadir el espacio de los más jóvenes: «A mí me gusta ser un referente pero si me lo piden. No soy de invadir el espacio de los chicos y estar todo el día diciéndoles cómo tienen que comportarse, lo que hacer y demás. Si se me acercan y me preguntan, yo encantado de ayudar en lo que pueda». Eso si, aclara que, aunque no es de imponer, los pibes pueden contar con él si necesitan un consejo. Como dijo Eber Ludueña «que hablen en la cancha, mucho bla bla y poco gol».
Pero claro, los tiempos cambian, o como diría Davo «El fulbo se hizo de cristal». Los vestuarios ya no son como antes, y Herrera lo tiene claro: «Hay un cambio de época, yo cuando empezaba asumía una crítica fuerte delante del todo el grupo y no me lo llevaba a lo personal, del entrenador o de un compañero. Hoy con los chicos hay que hacerlo de otra forma, de una manera más personal, con un poco más de cariño e intentando no exponerlo delante de la gente». Ni más ni menos. Parece que en el fútbol, como en la vida, ya no se estila el rigor de antaño. Igual, el español destaca que en Boca se encontró con «chicos humildes, que escuchan, con ganas de aprender y mejorar». Al menos parece que los pibes del Xeneize captaron el mensaje, esperemos que también lo hagan en la cancha.
Así fue el debut de Ander Herrera en Boca
Un Giro Inesperado: Elogios al Clásico Rival
Lo cierto es que estas declaraciones de Herrera seguramente generarán debate. ¿Cómo un refuerzo de Boca puede admitir publicamente su admiración por un ídolo de River? Los clásicos códigos del fútbol argentino parecen tambalearse con este tipo de confesiones. Lo que si es claro, es que el español llegó con la firme intención de aportar toda su experiencia y calidad al equipo Xeneize, y que su opinión sobre Ponzio, guste o no, no va a cambiar los planes.
Ahora queda esperar si este peculiar cruce de caminos entre referentes de Boca y River termina siendo un condimento más en la siempre picante rivalidad entre estos dos gigantes del fútbol argentino, o si simplemente sirve como un recordatorio que, a veces, los ídolos trascienden las camisetas. El tiempo dirá.

No te pierdas nada