Andrés Vombergar, tras un flojo semestre en San Lorenzo, se reivindicó con un golazo que le dio la victoria al Ciclón ante Talleres. El delantero esloveno, que renegoció su contrato para seguir, admitió que necesitaba revertir su situación y agradeció al cuerpo técnico. Su tanto, un zurdazo de antología, fue una joya que desató la euforia en el Nuevo Gasómetro.
El retorno de Andrés Vombergar a San Lorenzo no había sido, precisamente, un cuento de hadas. Tras regresar a Boedo a mitad de 2024, el delantero apenas había podido mostrar destellos de aquel jugador que, en la temporada 22/23, ilusionó a los hinchas. Un gol de penal a Boca fue su única alegría en la segunda parte del año. Pero el fútbol siempre da revancha, y así el esloveno la encontró, con un golazo que le dio la victoria al Ciclón en el debut del campeonato. «Me sentí muy bien y le doy gracias al cuerpo técnico», declaró el delantero, tras el pitido final.
Vombergar no se escondió. Reconoció que el semestre pasado había sido un fiasco, tanto para él como para todo el equipo. “Fue un semestre para el olvido para nosotros y para el hincha. Tenemos que ser críticos y en lo personal tengo muchas ganas de revertir la situación”, afirmó, en una entrevista con , reflejando una actitud de autocrítica pocas veces vista en el fútbol actual. Y no solo se quedó en palabras, también tomó cartas en el asunto renegociando su contrato para seguir en el equipo, demostrando que su compromiso va más allá de lo económico. Acá, muchachos, el que no pone huevo, que se vaya a su casa.
Un gol para enmarcar
El reloj marcaba los 36 minutos del complemento cuando Vombergar, con una zurda endemoniada, clavó la pelota en el ángulo de Guido Herrera. Un gol de otro partido, de esos que se gritan hasta quedar afónico. “Intenté ponerla ahí, supongo que hubo algo de suerte porque creo que falla uno de los defensores”, explicó con modestia. Pero no nos engañemos, ese gol no fue suerte, fue calidad pura. Antes de sacar el remate, el delantero dudó si pasarla al Pocho Cerutti, pero “dije ‘ya fue, le pego’. Por suerte entró, je”, relató, con una sonrisa que reflejaba la descarga de tensión que representó ese gol.
Este gol no solo significó una bocanada de aire fresco para él, sino para todo el pueblo azulgrana. Un triunfo que sirve de envión para un equipo que no tuvo la mejor pretemporada y que necesita este tipo de momentos para ganar confianza. “No jugué pero estuve entrenando con el equipo… Ahora tengo que sumar minutos e ir ganando confianza. Tenemos un grupo muy unido que está trabajando mucho y queremos seguir por este camino. Y para mí, ojalá vengan más goles”, cerró Vombergar, dejando en claro que este es solo el comienzo y que está dispuesto a darlo todo por San Lorenzo.
El zurdazo que hizo vibrar al Bidegain
Andrés Vombergar –
El gol de Vombergar para el 1 a 0 del Ciclón
En un fútbol cada vez más resultadista, donde las palabras muchas veces suenan a casete, Vombergar demostró que aún hay lugar para la autocrítica y el compromiso. Y si encima le suma goles como el de ayer, mejor todavía. El hincha de San Lorenzo, que muchas veces se siente como ese boxeador que recibe, pero nunca termina de caer, se permite soñar con un Vombergar que repita actuaciones como esta. Ojalá, este sea el comienzo de una gran temporada para él y para el Ciclón. Como diría el Bambino Veira: «Que sigan las alegrías».