La Selección Argentina Sub 20, tras su resonante victoria ante Brasil, empató 1-1 con Colombia en la segunda fecha del Grupo B del Sudamericano. El partido, disputado en el estadio Misael Delgado, tuvo goles de Echeverri para Argentina y Perea para Colombia. El encuentro dejó un sabor agridulce en el paladar futbolero, con un empate que no termina de contentar a nadie.
Argentina y Colombia se enfrentaron en un duelo que prometía emociones fuertes y no decepcionó, aunque el resultado final fue un empate 1-1 que deja sensaciones encontradas. El equipo de Diego Placente, que venía de una goleada sobre Brasil, buscaba afianzar su camino en el torneo, pero los cafeteros, con su juego aguerrido, no se lo hicieron fácil.
El partido, correspondiente a la fecha 2 del Grupo B del Sudamericano Sub-20, se disputó en el estadio Misael Delgado y tuvo todos los condimentos de un clásico sudamericano: intensidad, roces y, por supuesto, goles.
El desarrollo del partido: Un toma y daca constante
El encuentro arrancó con un ritmo vertiginoso. Colombia, lejos de amilanarse ante la jerarquía argentina, salió a presionar y a disputar cada pelota como si fuera la última. A los 32 minutos, Óscar Perea abrió el marcador para los colombianos, dejando a la albiceleste contra las cuerdas. El gol, como diría un relator de la vieja escuela, fue un “balde de agua fría” para los dirigidos por Placente.
Pero la reacción argentina no se hizo esperar. Apenas tres minutos después, el «Diablito» Echeverri, con su magia habitual, igualó el marcador con un golazo que hizo recordar a los viejos cracks del fútbol argentino. El volante, con su habilidad y desequilibrio, se llevó todos los flashes y empató la historia. Algunos se animan a decir que ese gol fue «más lindo que pegarle a la vieja».
El resto del primer tiempo fue un ida y vuelta constante, con ambos equipos buscando desnivelar el marcador. Hubo tackles, corners y hasta una amonestación a Alejandro Ararat de Colombia por una entrada fuerte sobre el «Diablito». Los televidentes pudieron disfrutar de un festival de fútbol en el que quedó en evidencia que los pibes dejaron la piel en la cancha.
Un segundo tiempo sin emociones y el análisis
El segundo tiempo, a pesar de algunas oportunidades esporádicas, no tuvo la misma intensidad que la primera etapa. El juego se tornó más predecible, con el cansancio comenzando a hacer mella en los jugadores. El empate no se movió del tablero y la sensación fue de que el negocio era más para Colombia que para Argentina.
El empate deja a Argentina con cuatro puntos, producto de la victoria ante Brasil y este empate, mientras que Colombia sumó su primera unidad. Lo que sí está claro es que la competencia es larga y que todavía hay mucho camino por recorrer en este Sudamericano Sub-20 que pone a prueba el futuro del fútbol continental.
