Google Maps cede ante las movidas de Trump y renombra al Golfo de México como Golfo de América en sus mapas para Estados Unidos, siguiendo las directrices oficiales del gobierno. La medida también resucita el nombre de Monte McKinley en lugar de Denali en Alaska, aunque estas alteraciones se limitan a la visualización dentro del territorio estadounidense. En el resto del mundo, todo sigue igual, manteniendo ambas denominaciones.
Google se suma al revisionismo de Trump: El Golfo de México ahora es “de América” en sus mapas
La gigante tecnológica Google, dueña de uno de los buscadores más influyentes del planeta, decidió darle un giro al mapa y rebautizar al Golfo de México como “Golfo de América” en su plataforma Google Maps. ¿La razón? Una orden firmada por el mismísimo Donald Trump, cuyo amor por los cambios de nombre ya es leyenda. La decisión, comunicada por la empresa en la red social X, argumenta que se basan en las fuentes oficiales del gobierno estadounidense.
¿Realidad o capricho presidencial?
«Hemos recibido algunas preguntas sobre los nombres en Google Maps. Tenemos una práctica de larga data a la hora de aplicar cambios de nombre cuando se han actualizado en fuentes gubernamentales oficiales», expresó Google en su comunicado. Un argumento que, si bien respeta la burocracia, genera una inevitable pregunta: ¿hasta dónde debe llegar la obediencia a los dictados políticos, incluso cuando se trata de un cambio de nombre con poca base histórica? Parece que el gigante de internet prefiere no meterse en líos y seguir al pie de la letra las directivas de Washington. El sistema de información de nombres geográficos (GNIS) de Estados Unidos, es el que marca la pauta para la compañía.
Este cambio no llega solo. También se suma la vuelta del nombre “Monte McKinley” en Alaska, dejando atrás la denominación indígena “Denali” que había sido instaurada por Barack Obama. Un revival del pasado impulsado por Trump, admirador confeso de McKinley por su particular visión arancelaria y su inclinación al colonialismo. Y ahora, las consecuencias de esta admiración se ven reflejadas en los mapas virtuales.
Un mapa para cada quien, ¿o para cada país?
Pero no se alarmen, usuarios del resto del mundo. La polémica modificación se circunscribe a los mapas de Google Maps dentro de Estados Unidos. Para el resto del planeta, tanto el Golfo como el Monte conservarán sus nombres tradicionales. “Cuando los nombres oficiales varían entre países, los usuarios de Maps ven el nombre oficial local. En el resto del mundo, todos ven ambos nombres. Esto también se aplica en este caso”, aclara Google, buscando disipar las dudas que seguramente ya estarán generando.
Sin duda, una decisión que dejará a muchos usuarios pensando que, a veces, los mapas, más que mostrar la geografía, reflejan el vaivén de las decisiones políticas. Y si bien Google se escuda en el “cumplimiento” de las normativas, lo cierto es que su accionar pone en evidencia cómo el poder de un gobierno puede llegar a influir incluso en la nomenclatura de los lugares, generando un debate sobre la neutralidad de estas plataformas que se han convertido en una herramienta esencial en nuestra vida cotidiana. Al final, como siempre, la polémica está servida.