Independiente está a punto de cerrar el fichaje de Pocho Román, un extremo de 20 años con pasado en el Barcelona y una cláusula de rescisión estratosférica. Además, negocian el retorno de Víctor Cuesta, defensor que ya supo vestir la camiseta del «Rojo». La dirigencia busca complacer al técnico Julio Vaccari y reforzar el equipo en el cierre del mercado de pases.
Independiente, como un reloj que corre a contrarreloj, acelera en el último día del mercado de pases para abrochar un refuerzo que promete dar que hablar: Lucas «Pocho» Román. El pibe de 20 años, que surgió de las inferiores de Ferro y fue adquirido por el Barcelona en 2023 por 1.200.000 dólares, vuelve al país con una particularidad: una cláusula de salida de 400 millones de euros, una cifra que ni el mismísimo Diego habría puesto en su mejor momento. Además, como si fuera poco, el «Rojo» también avanzó en las negociaciones por el defensor Víctor Cuesta, un viejo conocido de la casa.
Los directivos del club de Avellaneda parecen haber tomado nota de los pedidos del entrenador Julio Vaccari, quien tras la victoria frente a Talleres exigió públicamente un extremo y un central. Y es que no hay nada que le guste más a un DT que un refuerzo que se parezca a ese jugador que siempre quiso tener.
El joven atacante, que viene de jugar en el Cartagena de la segunda división española, decidió rescindir su préstamo antes de tiempo y está listo para subirse al avión y ponerse la camiseta del «Rey de Copas». En el fútbol moderno, donde un minuto de espera puede costar un campeonato, la rapidez en las negociaciones son tan importantes como el talento dentro de la cancha.

¿Vidriera europea o apuesta a futuro?
Independiente, ni lerdo ni perezoso, se guarda un as bajo la manga: se quedará con un porcentaje del pase de Román, una movida que huele a «vidriera» para una futura venta al mercado europeo. Los dirigentes, cual cazatalentos en un torneo de barrio, ven en «Pocho» una joya que puede brillar y dejar un buen rédito económico.
En su última experiencia en el Cartagena, el extremo disputó 22 partidos y marcó dos goles, aunque la mayoría de las veces fue suplente y no demostró ser el nuevo Messi. Sus números en el Barcelona Atlètic tampoco fueron descollantes (2 goles en 28 partidos), y en Ferro, antes de volar al viejo continente, apenas sumó 3 tantos en 27 encuentros. En resumen, un currículum que genera dudas y donde habrá que ver si toda esa chapa termina de explotar en el fútbol argentino.
Uno de los goles de Pocho Román en Barcelona
Cuesta: ¿El regreso del hijo pródigo?
Mientras tanto, en el andamio de Independiente también suenan los tambores de un posible regreso: el de Víctor Cuesta. El defensor de 36 años, que viene de quedar libre del Bahía de Brasil, despierta el interés del «Rojo» como una alternativa para reforzar la defensa tras las bajas de Marco Pellegrino, Joaquín Laso y Juan Fedorco.
El nombre de Cuesta trae recuerdos de su paso por Avellaneda entre 2014 y 2016. Después de ocho años en el fútbol brasileño, el central argentino podría volver a vestir la casaca del equipo que lo vio crecer. Aunque su último año en Brasil no fue de los más gloriosos (solo disputó 18 partidos en todas las competiciones), Cuesta cuenta con la experiencia y la trayectoria necesarias, y según algunos, es el último eslabón para construir el nuevo «Independiente de Vaccari».

En resumen, Independiente se mueve como un boxeador que busca el nocaut en el último round del mercado de pases. La llegada de Román y el posible retorno de Cuesta prometen agitar las aguas en Avellaneda. Ahora, solo queda esperar para saber si estas incorporaciones serán las piezas que el «Rojo» necesita para volver a los primeros planos o, simplemente, serán otro par de nombres en la larga lista de refuerzos que pasaron sin pena ni gloria. El tiempo, como siempre, tendrá la última palabra.