IA: El Gobierno rectifica, ¿pero calmará la furia científica?

Redacción Cuyo News
5 min
Cortito y conciso:

El Gobierno, tras la polémica cancelación de un plan de ayudas a la IA, promete una nueva convocatoria con las mismas condiciones (31 millones de euros) y resolución prevista para 2025. La ministra Morant pide disculpas por el «mareo» a los científicos y achaca el retraso a problemas con fondos europeos, aunque las explicaciones no terminan de convencer a una comunidad científica que exige transparencia y depuración de responsabilidades.

El Gobierno envuelto en polémica por las idas y vueltas con la inteligencia artificial. Después del papelón de cancelar un plan de ayudas que desató la furia de la comunidad científica, prometen ahora una revancha: una nueva convocatoria con las mismas condiciones que la anterior. ¿Será suficiente para calmar las aguas turbulentas?

La ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, salió al ruedo a dar la cara. Aseguró que esta nueva movida también contará con 31 millones de euros y que se resolverá en 2025. «Ha habido ciertos problemas internos que no nos han permitido resolver esta convocatoria cuando nos hubiera gustado», confesó Morant, echándole la culpa a los plazos apretados de los fondos europeos NextGen.

Pero la justificación no termina de cerrar. ¿Por qué no mencionaron estos problemas de plazos cuando cancelaron todo en diciembre? El silencio del Ministerio alimenta las sospechas y las teorías conspirativas. Morant insiste en que no hay que «buscar explicaciones extrañas». ¿Será cierto o hay gato encerrado?

Eso sí, la ministra aprovechó la ocasión para pedir disculpas por el «mareo» a los científicos. «Vayan mis disculpas a todos los implicados, las cosas del todo bien no se han hecho», reconoció, pero ¿alcanza con un «mea culpa» para reparar el daño?

¿Un borrón y cuenta nueva?

La promesa de una nueva convocatoria busca apaciguar los ánimos, pero no todos están convencidos. Muchos siguen creyendo que las subvenciones ya estaban cocinadas, aunque no se hayan publicado oficialmente. «En el punto en que estábamos de la convocatoria no había beneficiarios designados ni resolución provisional ni definitiva», asegura Morant. ¿Le creemos?

Para colmo, parece que los proyectos iniciales no podrán presentarse tal cual. «Los objetivos de la convocatoria serán fieles a la convocatoria inicial, pero el formato será más sencillo y las propuestas se tendrán que adaptar», explicaron desde el Ministerio. ¿Otro cambio de reglas en medio del partido?

La nueva convocatoria tendrá un plazo más amplio, de 3 o 4 años en lugar de los 2 iniciales. «A ver si así compensamos el daño producido», dijo Morant. También prometió menos burocracia. ¿Será esta vez la vencida?

Universidades en pie de guerra

El malestar por la anulación fue tal que al menos dos universidades, las de Zaragoza y País Vasco, ya habían presentado un recurso de reposición. Quieren que el Ministerio reconsidere su decisión y explique las «concretas causas sobrevenidas» que llevaron a la cancelación.

Rosa Bolea, vicerrectora de la Universidad de Zaragoza, lo resume así: «Sin conocerlas es imposible para las solicitantes aceptar la decisión o, por el contrario, someterla a examen impugnándola judicialmente».

¿Se viene una carta bomba?

Además de la vía judicial, los científicos afectados mandaron una carta para reunirse con los ministros Morant y López. Quieren explicaciones y exigen «depurar responsabilidades» en el equipo de Morant. Comparan la supresión de la convocatoria con la eliminación de unas oposiciones a juez. ¡Palabras mayores!

Piden también informes de evaluación sobre las propuestas iniciales a través del Portal de Transparencia. ¿Qué oculta el Gobierno?

Si la vía judicial sigue adelante, las consecuencias podrían ser graves. «Los perjuicios que supone dejar sin efecto, a medio camino, esta línea de actuación abortada, son importantes», advierte Bolea. El daño es doble: por la supresión de la iniciativa y por «el trabajo estérilmente desarrollado».

En resumen, el Gobierno intenta apagar el incendio que provocó con la cancelación de las ayudas a la IA. Pero las explicaciones no convencen a todos y la comunidad científica exige transparencia y responsabilidades. ¿Logrará Morant revertir la situación o seguirá sumando dolores de cabeza? Estaremos atentos al próximo capítulo de esta novela.

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