En una movida que promete levantar polvareda, el ex Presidente Trump amagó con meterle la tijera a la financiación federal de las «ciudades santuario» si no se alinean con su política migratoria. California y su gobernador, Gavin Newsom, quedaron en la mira, recibiendo críticas por su manejo de la inmigración y hasta de los incendios forestales. ¿Será que el magnate reconvertido en político busca prender aún más el avispero?
En medio de un panorama político que no da tregua, el ex mandatario Donald Trump volvió a encender la mecha al insinuar recortes en la financiación federal para aquellas ciudades que se autodenominan «santuario» y que, según su criterio, no están cumpliendo al pie de la letra con las políticas de inmigración.
«Podría tener que hacerlo», soltó Trump ante la pregunta incisiva de Sean Hannity en Fox, dejando la puerta abierta a una medida que, de concretarse, podría generar un verdadero terremoto en varios estados.
## California, el blanco preferido de Trump
No es ningún secreto que California, con su gobernador Gavin Newsom a la cabeza, se ha convertido en uno de los blancos predilectos de las críticas del ex presidente. Trump no dudó en señalar al estado dorado como un “gran ejemplo” de lo que, a su juicio, son políticas migratorias laxas y permisivas.
Pero la cosa no quedó ahí. Durante la entrevista, Trump aprovechó la ocasión para cuestionar a Newsom por su gestión de los incendios forestales que azotan la región de Los Ángeles. ¿Una crítica legítima o un golpe bajo en medio de una crisis? Ustedes dirán.
### ¿Reunión a la vista? Mejor ni preguntarle
Ante la posibilidad de un encuentro entre ambos mandatarios durante un próximo viaje de Trump a Los Ángeles, la respuesta fue tajante: «Ni siquiera lo he pensado», sentenció, dejando en claro que la relación entre ambos está lejos de ser cordial.
## «Ciudades Santuario»: ¿Refugio o desafío?
El debate en torno a las «ciudades santuario» está lejos de ser nuevo. Para algunos, representan un acto de humanidad y solidaridad hacia los inmigrantes, mientras que para otros, son un desafío a la autoridad federal y un foco de problemas.
Lo cierto es que la amenaza de Trump de recortar la financiación federal ha reavivado la polémica y ha puesto en alerta a alcaldes y gobernadores de todo el país. ¿Será esta una estrategia para polarizar aún más a la opinión pública, o una medida necesaria para garantizar el cumplimiento de las leyes migratorias? El tiempo dirá.
