Con 158 votos afirmativos, la Cámara de Diputados dio media sanción a la Ley de Financiamiento Universitario. Aunque no se alcanzaron los dos tercios necesarios para blindar la norma ante un posible veto presidencial, la iniciativa avanza hacia el Senado. Organizaciones docentes llaman a la movilización y anuncian un paro nacional para exigir la aprobación definitiva y frenar el intento de veto del Gobierno.
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Dicen que a la universidad pública la quieren quebrar por decreto y rematar en cuotas. Pero no será tan fácil. Este 6 de agosto, la Cámara de Diputados votó —con más voluntad que margen— la media sanción de la Ley de Financiamiento Universitario. Fueron 158 votos afirmativos, 75 negativos y 5 abstenciones. Y aunque no alcanzó la mayoría especial por apenas un voto, fue suficiente para prender la mecha de una nueva etapa de resistencia.
La escena es digna de un thriller institucional: mientras el oficialismo prepara el veto con la lapicera afilada, docentes y estudiantes ya anuncian paro total y presencia en la calle. Porque si el proyecto tambalea en el Congreso, afuera hay un país dispuesto a sostenerlo. Y esta vez no con pancartas de cartulina, sino con una agenda firme: salario digno, presupuesto real y universidades abiertas.
El cartel es claro: “NO al veto de Milei”. Porque no se trata sólo de fondos, sino de futuro. Lo entendieron en las aulas, lo gritó el recinto, y ahora lo defiende la calle. El Senado tendrá la próxima palabra, pero las paredes universitarias ya eligieron: educación pública, gratuita y con presupuesto, o nada.
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En la jornada del 6 de agosto, la Cámara de Diputados aprobó con media sanción la Ley de Financiamiento Universitario, una iniciativa clave para garantizar el funcionamiento de las casas de altos estudios del país. El proyecto obtuvo 158 votos afirmativos, 75 negativos y 5 abstenciones.
Una votación que encendió la alarma
A pesar de la mayoría obtenida, la iniciativa no alcanzó los dos tercios necesarios para impedir que el Ejecutivo la vete. La ausencia de 18 legisladores dejó el conteo a apenas un voto del blindaje. Este dato, lejos de desmotivar, activó a los sectores que defienden la universidad pública.
CONADU Histórica, junto a organizaciones sindicales y estudiantiles, llamó a intensificar la movilización en defensa de la educación superior y anunció un paro con cese total de actividades para la semana próxima.
Presión social frente a un posible veto presidencial
El Gobierno, a través de voceros de La Libertad Avanza, ya anticipó su rechazo a cualquier iniciativa que comprometa el superávit fiscal. En ese contexto, el veto presidencial de Javier Milei es una posibilidad latente.
Frente a esto, los gremios docentes y sectores universitarios ratificaron su voluntad de sostener la lucha en las calles para presionar al Senado y evitar que la norma sea anulada por el Ejecutivo.
La universidad pública, en el centro del conflicto
Desde la comunidad académica se insiste en que el financiamiento no es un privilegio, sino una condición de existencia para el sistema universitario. La falta de fondos compromete servicios básicos, programas de becas, salarios docentes y proyectos de investigación.
En palabras de las organizaciones convocantes: “Sumate a la lucha por el salario y en defensa de la Universidad Pública”.
