La temporada de vacaciones de invierno en Argentina comenzó con un nivel de ocupación hotelera muy por debajo de las expectativas. Según datos de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), la ocupación proyectada para la primera semana de receso alcanza solo el 46% a nivel nacional, y cae al 37% en la segunda.
Bariloche y Villa La Angostura lideran con reservas superiores al 80%, impulsadas principalmente por turistas brasileños, que representan el 70% de la ocupación en hoteles de 4 y 5 estrellas. Jujuy y la Quebrada de Humahuaca también muestran buenos niveles de ocupación, cercanos al 73%.
En cambio, los destinos urbanos tienen un comportamiento dispar. La Ciudad de Buenos Aires arranca con un 49% de ocupación pero cae al 35% hacia el final del receso. Mendoza alcanza apenas el 40% en la tercera semana y baja al 17% en la cuarta. La región litoral y Córdoba también se ubican por debajo del promedio nacional.
El contexto de una crisis sectorial
Las causas son múltiples: menor turismo receptivo respecto a la prepandemia, encarecimiento del turismo local frente a destinos internacionales, y un viajero argentino que acorta estadías y decide a último momento. A esto se suma un fuerte crecimiento del turismo emisivo: 6,7 millones de argentinos viajaron al exterior entre enero y mayo, un 66% más que en el mismo período de 2024.
Reclamos y situación impositiva
Gabriela Ferrucci, presidenta de AHT, señaló que el sector pierde 10 empleos por día y denunció que el 60% de lo recaudado por los hoteles se destina al pago de impuestos. «Estamos solicitando una rebaja impositiva nacional, provincial y municipal», expresó. También advirtió sobre el impacto de las subas de tarifas e impuestos inmobiliarios, que en algunos casos llegaron al 500%.
Precios congelados y promociones, pero sin repunte
Según la consultora STR, las tarifas promedio por noche en Buenos Aires (USD 76,59) son inferiores a las de San Pablo (USD 105,86) y Santiago de Chile (USD 105,38). Sin embargo, la baja demanda impide ajustar precios, lo que compromete la sostenibilidad de muchos establecimientos. Roberto Amengual, presidente de Amérian Hoteles, explicó que incluso en segmentos de lujo se ofrecen servicios adicionales que no se cobran en otros países, como el desayuno.
Las proyecciones iniciales de una buena temporada de invierno se desvanecieron con el correr de las semanas, y el antecedente negativo de los fines de semana largos de junio ya había encendido las alarmas. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que en esos feriados hubo 16,6% menos de turistas y una caída del 27,9% en el gasto total respecto a 2024.
Con este panorama, el turismo nacional se enfrenta a uno de sus inviernos más fríos, no solo por la temperatura, sino por la falta de movimiento y perspectivas claras de reactivación.