El 2 de junio, a las 20:00, la escena se iluminó con el anuncio de Cristina Fernández de Kirchner: candidata a diputada por la tercera sección electoral bonaerense. La declaración, en el programa «Minuto Uno» de C5N, fue como una bomba en un partido de truco: explosión de reacciones, desde el fervor peronista hasta la indignación opositora. Todo en un contexto de «vainas» judiciales y un clima político más caliente que un mate recién servido.
Detalles del anuncio: una jugada maestra o un jaque mate?
“Voy a ser candidata, ya lo había dicho en varias reuniones. No es un problema de la Legislatura bonaerense, es de sentido común. Si nos va mal en septiembre, esto puede variar en todo el país”, declaró Cristina, con la tranquilidad de quien sabe que tiene un as bajo la manga (o quizás un par de ases). La justificación: fortalecer al peronismo ante un posible batacazo electoral. Además, criticó la separación de elecciones provinciales y nacionales, comparándola con una jugada de Macri que, según ella, le salió bastante mal. Una estrategia política, o un simple análisis electoral? El tiempo lo dirá.
El contexto: entre leyes y sentencias
El anuncio llega en un momento delicado. Recordemos la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por corrupción, aún no firme y en manos de la Corte Suprema. Pero, atención, mientras la sentencia no sea definitiva, nada la impide postularse. El mismo día, el Senado rechazó la ley «ficha limpia», propuesta por Milei, que buscaba impedir candidaturas de condenados por corrupción. 36 votos a favor, 35 en contra. Un resultado que dejó a Milei mascando bronca, y a Cristina, en carrera.
El impacto: un terremoto político
El anuncio generó un tsunami de reacciones. Para algunos, un regreso triunfal; para otros, la confirmación de la impunidad. La condena, aún no firme, es el centro de la polémica, aunque legalmente no impide su candidatura. Analistas coinciden: la jugada busca reactivar la base peronista y polarizar el escenario. El impacto en las elecciones de septiembre y octubre podría redefinir el mapa político, especialmente en la provincia de Buenos Aires, un territorio clave para el equilibrio de fuerzas a nivel nacional.
El anuncio de Cristina marca un antes y un después. En un escenario de alta tensión, su decisión configura un clima electoral cargado de incertidumbre. A medida que se acercan las elecciones, el impacto de su candidatura será crucial para el futuro político del país. ¿Será un triunfo o un tropiezo? Solo el tiempo (y los votos) lo dirán.
