Tras una devaluación del peso del 14 % en julio, el Gobierno advirtió que seguirá de cerca el fenómeno conocido como “pass through”, es decir, el traslado del aumento del dólar al precio final de alimentos, bebidas, limpieza y aseo. Si se confirma, podría autorizar una apertura mayor de importaciones, decisión que podría anunciarse el lunes 11 de agosto.
Choque entre productores y supermercados
Desde el fin de semana, se evidenció una fuerte disputa: las grandes empresas (muchas multinacionales) enviaron pedidos de ajustes de precios de hasta 12 %, con promedios en torno al 5 %. Pero las cadenas de supermercados se resisten a trasladarlo, argumentando que perjudicaría sus ventas y dañaría su imagen ante los consumidores.
Productos en tensión
Los supermercados advierten que los productos más sensibles al tipo de cambio son aquellos exportables (aceites, carnes, algunos lácteos) y aquellos con alto contenido importado (café, artículos de limpieza). En junio, sin embargo, la inflación mensual fue solo del 1,5 %, y el aumento en la categoría alimentos y bebidas rondó el 0,8 % :contentReference[oaicite:1]{index=1}.
La apuesta electoral y el factor inflación
El foco del Ejecutivo no está tanto en el IPC de julio, sino en el de septiembre. La idea es cerrar el mes prevoto con inflación mensual cercana al cero, un dato clave para las elecciones legislativas del 14 y 26 de octubre. Pero si los aumentos del dólar se filtran en los precios, esa estrategia podría derrumbarse :contentReference[oaicite:2]{index=2}.
Libre mercado versus protección industrial
La apertura de importaciones forma parte del paquete de liberalización comercial que el presidente Javier Milei impulsa desde su asunción: quitó licencias de importación, redujo aranceles y facilitó el acceso al dólar oficial dentro de una banda regulada (de 1.000 a 1.400 pesos por dólar) :contentReference[oaicite:3]{index=3}. Sin embargo, la medida genera alerta en sectores industriales que advierten que la competencia extranjera puede golpear el empleo.
¿Una medida extrema en carpeta?
Si se confirma un traslado espectacular de precios y los supermercados no exhiben productos, el Gobierno podría volver a escenarios similares a principios de 2024, cuando importadores saturaron el mercado con productos del extranjero. El riesgo: que muchas pymes queden fuera del mapa mientras intentan una recuperación. La decisión final podría anunciarse esta semana.