El Gobierno nacional, a través de la Disposición 22/2025 publicada en el Boletín Oficial, autorizó a TAP Air Portugal a operar en Argentina como Agencia Fuera de Línea. La decisión fue confirmada por el subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Adrián Gómez, y se enmarca en el Reglamento de Acceso a los Mercados Aerocomerciales, establecido por el Decreto 599/2024.
Antecedentes de TAP en Argentina
La aerolínea portuguesa operó vuelos regulares entre Lisboa (LIS) y Buenos Aires/Ezeiza (EZE) desde 2009 hasta marzo de 2020, cuando suspendió la ruta debido a las restricciones globales por la pandemia de COVID-19. Desde entonces, mantuvo su presencia mediante autorizaciones temporales “fuera de línea” que renovaba cada cinco años.
Condiciones de la nueva autorización
El permiso actual, otorgado por tiempo indeterminado, establece reciprocidad para que aerolíneas argentinas puedan, en el futuro, operar en Portugal. La medida se ajusta al Acuerdo de Servicios Aéreos bilateral aprobado por la Ley N° 27.723 y busca fomentar la competencia en el mercado aerocomercial.
Qué significa “Agencia Fuera de Línea”
Esta figura habilita a una aerolínea extranjera a mantener presencia comercial en el país sin realizar vuelos propios desde o hacia ese destino. Puede instalar oficinas, vender pasajes para sus rutas internacionales (incluso con conexiones de aerolíneas asociadas), realizar campañas de marketing y contar con representación legal y comercial. Generalmente, es un paso previo antes de iniciar operaciones regulares.
El Gobierno autorizó a TAP Air Portugal a operar en Argentina como Agencia Fuera de Línea. La aerolínea había suspendido en 2020 su ruta directa entre Lisboa y Buenos Aires por la pandemia. La medida, oficializada en el Boletín Oficial, se enmarca en el Reglamento de Acceso a los Mercados Aerocomerciales y establece reciprocidad para transportadores argentinos en Portugal.
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En el siempre dinámico cielo argentino, hay un nuevo actor que vuelve a escena: TAP Air Portugal, que tras cinco años sin vuelos regulares a Buenos Aires, recupera permiso para operar… aunque sin despegar todavía. Es lo más parecido a volver a una fiesta, saludar a todos y decir que en breve traés el postre.
La autorización, firmada por el Gobierno y bendecida por la ANAC, le permite a la aerolínea portuguesa instalar oficinas, vender pasajes y promocionar rutas, pero sin poner un avión propio en Ezeiza. Como si fuese un “modo fantasma” de las aerolíneas: están, pero no vuelan.
El paso no es menor: abre la puerta para que TAP vuelva a conectar Lisboa con Buenos Aires como lo hacía hasta marzo de 2020, cuando la pandemia cortó alas y rutas. Y lo hace bajo un esquema de reciprocidad que permitiría, en un futuro, ver a compañías argentinas aterrizando en Portugal. Hasta entonces, TAP jugará en tierra, mientras el mercado aerocomercial argentino sigue abriendo la pista a más competencia… y a más banderas extranjeras.
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