El Poder Ejecutivo oficializó mediante el decreto 439/2025, publicado este viernes 27 de junio en el Boletín Oficial, el restablecimiento de las retenciones a la soja y al maíz, vigentes a partir del 1° de julio. Al mismo tiempo, se prorrogó la reducción de las alícuotas para el trigo y la cebada, manteniendo su beneficio que regía desde meses anteriores.
Detalles del decreto y vigencia
El decreto establece que las retenciones a la soja y al maíz vuelven a aplicarse con las alícuotas previas a la reciente baja que había sido impulsada por el Gobierno con el objetivo de atenuar el impacto de la suba de combustibles y fertilizantes sobre los productores. La medida se oficializa justo antes de la tradicional exposición La Rural, donde se anticipa la participación del presidente Javier Milei en el acto inaugural.
En tanto, el nuevo instrumento legal extiende el régimen favorable al trigo y la cebada, sector en el que el Ejecutivo había dispuesto reducciones de alícuotas —en un intento de favorecer a los productores de cereales de invierno y diversificar la oferta exportable—, alargando dicho beneficio para evitar discontinuidades durante el ciclo productivo.
Contexto y razones del Gobierno
La decisión oficial responde a una estrategia de equilibrar los ingresos fiscales y contener las presiones derivadas de la erogación presupuestaria. En medio de un escenario macroeconómico condicionado por el déficit y la necesidad de fondeo, el restablecimiento de retenciones sobre cultivos de alto rendimiento como soja y maíz se explica como una herramienta directa para captar recursos adicionales.
Por otro lado, mantener reducciones para trigo y cebada revela un criterio selectivo: se privilegia al cereal de invierno con miras a sostener la producción local, generar divisas y asegurar abastecimiento interno, sin resignar apoyos regulatorios a los sectores más tradicionalmente alineados al ciclo agroexportador.
Reacciones del sector agropecuario
Las entidades agropecuarias habían manifestado su disconformidad ante la reinstalación de los derechos de exportación, advirtiendo que la medida podría recortar márgenes de rentabilidad, afectar la inversión en tecnología agrícola y desincentivar el proceso de siembra. Se señala que los productores enfrentan una asimetría creciente frente a subas de insumos, combustibles y costos logísticos.
En ese marco, se aguarda que el clima de debate se extienda durante La Rural, donde se espera que las entidades del sector utilicen la tribuna de la exposición para enlistar propuestas y exigir estabilidad en las reglas de juego.
Impacto en la recaudación y en los productores
Fuentes oficiales estiman que la reimposición de retenciones a soja y maíz permitirá captar varios miles de millones de pesos adicionales al mes, aunque admiten que el impacto productivo puede variar según zonas y estructura productiva. La industria del agro estima que la medida puede reducir en un punto porcentual el margen de rentabilidad en campañas particulares.
Perspectivas y próximos pasos
Ahora, queda esperar cómo evolucionan las negociaciones entre el Estado y los representantes del sector agropecuario. Las posibilidades de ajustes posteriores —ya sea reducción parcial o creación de mecanismos compensatorios— están sobre la mesa como alternativas para descomprimir la tensión.
Por su parte, la participación de Javier Milei en La Rural podría funcionar como termómetro político y simbólico de apertura al diálogo, o bien convertirse en escenario de confrontación si las críticas del sector se exacerban.
Arranca con un realineamiento de políticas fiscales sobre el campo: mientras soja y maíz vuelven a aportar, trigo y cebada siguen con alivio. Resta ver si este equilibrio quiebra la tranquilidad del agro o si, por el contrario, allana el camino para un acuerdo con efectos en la distribución de rendimientos y el ingreso de divisas.