El Gobierno Nacional oficializó la reglamentación de las hipotecas divisibles a través de la Resolución Conjunta 2/2025 de los Ministerios de Economía y Justicia, publicada este miércoles en el Boletín Oficial. Esta iniciativa apunta a estimular el crédito, dinamizar la actividad inmobiliaria y la construcción, y colaborar con la reducción del déficit habitacional en el país.
La normativa permite constituir hipotecas divisibles sobre inmuebles destinados a desarrollos inmobiliarios, incluso antes de que se realice la subdivisión del terreno. Esto abarca tanto proyectos destinados a propiedad horizontal como aquellos que conformen conjuntos inmobiliarios o subdivisiones de parcelas comunes.
A partir de esta medida, las personas podrán acceder a créditos hipotecarios de largo plazo para comprar unidades en construcción o lotes en barrios en desarrollo, sin necesidad de esperar la finalización del proyecto. El acceso a la financiación será en condiciones similares a las de una propiedad terminada, lo cual reduce una de las principales barreras de ingreso para compradores de vivienda.
Condiciones para aplicar la hipoteca divisible
La reglamentación establece que podrán utilizarse estas hipotecas si el inmueble:
- Está libre de gravámenes, o bien estos han sido reconocidos por el acreedor.
- Cuenta con un proyecto urbanístico que determine su modalidad de subdivisión.
- Incluye en su acto constitutivo la conformidad de las partes para dividir tanto el crédito como la garantía hipotecaria.
Además, se habilita a que estas hipotecas sean cedidas, securitizadas, integradas a fideicomisos financieros o utilizadas para la emisión de letras hipotecarias, de acuerdo con la legislación vigente.
Una solución a una limitación estructural
Antes de esta normativa, la falta de un sistema de hipotecas divisibles limitaba la oferta de unidades que podían ser hipotecadas y restringía el financiamiento de nuevos proyectos del sector privado. También dificultaba la afectación de lotes o unidades funcionales individuales dentro de desarrollos más grandes.
En paralelo, el Gobierno también reglamentó el uso de hipotecas sobre el derecho real de superficie. Esto permitirá hipotecar el derecho a construir sobre una determinada rasante, vuelo o subsuelo durante el período de vigencia de ese derecho, brindando mayor flexibilidad a proyectos inmobiliarios complejos o desarrollos en etapas.
En términos concretos, estas disposiciones buscan ampliar las herramientas legales y financieras del sector inmobiliario para promover una mayor inversión en vivienda y facilitar el acceso a soluciones habitacionales por parte de la población.