El banco de inversión JP Morgan recomendó a los inversores reducir su exposición a la deuda en pesos argentinos, ante un escenario que considera incierto en el corto plazo debido al contexto electoral y al fin de ciertos factores estacionales positivos para el mercado local.
“Preferimos reducir el riesgo por ahora”, indicó el informe, a pesar de mantener una visión “constructiva” para Argentina en el mediano plazo. Entre los argumentos, el banco estadounidense señaló la finalización de la cosecha gruesa y la salida de divisas por turismo, sumado a las dudas que genera la proximidad de las elecciones.
Un balance con luces y sombras
JP Morgan destacó logros recientes del Gobierno argentino, como la desinflación —con la inflación de mayo por debajo del 2 %—, la relajación de controles de capital y el esfuerzo fiscal sostenido, con un superávit primario acumulado del 0,8 % del PBI. Estos factores, según la entidad, consolidan un panorama más favorable en el mediano plazo.
Sin embargo, la entidad consideró que es momento de realizar una toma de ganancias: “Con la situación estacionalmente positiva por terminar y las elecciones en el horizonte, preferimos esperar mejores niveles de entrada para volver a posicionarnos en el mercado local de bonos en pesos”.
Salida temporal, no desconexión
El banco recordó que su operación de posicionamiento en Lecaps comenzó en abril, poco después del anuncio del nuevo esquema cambiario. En ese momento, el marco monetario y cambiario se percibía como propicio para el carry trade, con rendimientos iniciales del 40,5 %, que luego bajaron al 32,3 %.
Por su parte, un informe de GMA Capital contextualizó el escenario: si bien el mercado confía en que el dólar seguirá controlado tras las elecciones, el riesgo país se mantiene alto, alrededor de los 700 puntos, reflejando incertidumbre sobre la dinámica de reservas. A pesar de operaciones recientes como un REPO de USD 2.000 millones y la colocación del Bote 2030, los inversores exigen mayores señales para aceptar tasas más bajas.
El informe concluyó que una posible vía para afianzar la confianza sería continuar con la compra directa de deuda por parte del Tesoro, que ya permitió sumar USD 200 millones en una semana. La meta es lograr que la tasa de la deuda soberana argentina se acerque a la de riesgo provincial o corporativo.