En un giro que reconfigura la interna del oficialismo, Mauricio Macri anunció que el PRO tendrá su propio candidato presidencial en 2027, al tiempo que ratificó su respaldo al Gobierno y al presidente Javier Milei, aunque bajo condiciones que evidencian distanciamiento estratégico.
Respaldo condicionado y futuro competitivo
Macri aseguró que “el PRO está más vivo que nunca y tiene cuatrocientos dirigentes que nadie tiene. Lo que no tiene todavía es un candidato conocido para disputar, que lo obtendrá en el ’27”. Al mismo tiempo destacó que la prioridad actual es respaldar las ideas del Gobierno, al que considera alineado con los valores del PRO.
Sin embargo, el expresidente advirtió que su partido sufrió “destratos” por parte del oficialismo, y que esas tensiones “fortalecieron al PRO”. “De lo que se habló más estos dos años es si La Libertad Avanza mataba al PRO o no. Y eso nos dio visibilidad”, sostuvo.
Reunión suspendida y signos de tensión
La cita que debía celebrarse hoy viernes 31 de octubre al mediodía en la residencia de Olivos fue suspendida, según fuentes que indican falta de acuerdo sobre el temario y la mecánica del encuentro. Este aplazamiento potencia la lectura de que el respaldo de Macri al Gobierno no es automático sino sujeto a condiciones y al mantenimiento de espacios propios dentro del esquema de poder.
La jugada de Macri apunta a reposicionar al PRO dentro del ecosistema oficialista‑libertario: mantiene el apoyo, pero anticipa su intención de competir con fuerza propia en las presidenciales de 2027. Fuera de la urgencia táctica, la estrategia es de largo plazo.
En tanto, el Presidente y Macri volverán a cruzar sus caminos en un futuro próximo con varios temas en agenda. Pero hoy, la foto se pospuso y el telón se levantará más adelante. El mensaje, en síntesis: el PRO no será furgón de cola, y Macri ya empieza a marcar la pista electoral.
