Confirmaron que la imagen de Presti junto a un Falcon verde es falsa

Redacción Cuyo News
5 min

Una imagen que circuló ampliamente en redes sociales mostraba al actual ministro de Defensa, Carlos Presti, posando junto a un Falcon verde. El contenido, que generó fuertes reacciones por el simbolismo del vehículo —asociado históricamente al terrorismo de Estado en la Argentina— fue desmentido tras una verificación realizada por Chequeado: la foto es falsa y fue generada mediante inteligencia artificial.

El análisis reveló múltiples indicios de manipulación. La imagen contenía una marca de agua correspondiente a herramientas de Google, y al ser evaluada por detectores especializados arrojó probabilidades altísimas de ser una creación artificial. Gemini identificó su origen sintético, Hive Moderation estimó con un 99,9 por ciento de certeza que no era auténtica, y la plataforma AI or Not la clasificó como generada por IA en un 90 por ciento.

La patente delata el montaje

Uno de los elementos más contundentes que refuerzan la falsedad de la imagen es la patente visible en la escena: “FUF 386”. Al ser verificada en los registros oficiales, se comprobó que esa matrícula está asociada a una Renault Kangoo modelo “Sportway”, y no a un Ford Falcon. Dicha patente está inscripta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según los registros de tránsito y de infracciones tanto de CABA como de la provincia.

Este tipo de errores es habitual en imágenes creadas por inteligencia artificial, que suelen reproducir inconsistencias al combinar elementos de forma arbitraria o sin verificación cruzada. En este caso, el vehículo mostrado y la patente no coinciden, lo que constituye una prueba clara de la naturaleza sintética del contenido.

Un impacto viral sin desmentida oficial

La imagen falsa superó las 250 mil visualizaciones y acumuló miles de interacciones, amplificada por la fuerte carga simbólica que representa el Falcon verde en el imaginario colectivo argentino. Pese a ello, ni el propio Carlos Presti ni el Ministerio de Defensa emitieron una desmentida oficial. Tampoco existen registros auténticos de la supuesta fotografía en redes sociales o plataformas institucionales.

El caso pone de relieve los desafíos que implica la circulación de desinformación generada por inteligencia artificial, especialmente cuando se combinan elementos sensibles como la política, la memoria histórica y la imagen de funcionarios públicos.

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