Copa Sudamericana: liberaron a los 104 hinchas chilenos detenidos en Avellaneda tras los incidentes

Redacción Cuyo News
6 min

En una jornada marcada por el nerviosismo y las gestiones diplomáticas contrarreloj, fueron liberados los 104 hinchas de Universidad de Chile que se encontraban detenidos en Avellaneda tras los violentos disturbios en el estadio Libertadores de América. La noticia fue confirmada en la madrugada del viernes por el presidente chileno Gabriel Boric, quien agradeció la intervención de las autoridades judiciales argentinas y reafirmó su compromiso con la erradicación de la violencia en el fútbol.

Gestión diplomática y decisión judicial

La liberación se produjo luego de una intensa intervención del gobierno chileno, que incluyó el viaje del ministro Álvaro Elizalde a Buenos Aires, así como la labor del embajador José Antonio Viera-Gallo y del personal consular. La fiscalía de Avellaneda, a cargo de la causa, determinó que no existían elementos suficientes para imputar cargos individuales por los delitos de resistencia a la autoridad, lesiones y daños.

Me informa el ministro Álvaro Elizalde que la fiscalía acaba de decretar la libertad de los 104 detenidos de la Universidad de Chile que permanecían en comisarías en Argentina”, escribió Boric en X (antes Twitter). Agregó:Seguiremos trabajando por erradicar la violencia en los estadios y a la vez defendiendo los derechos de nuestros compatriotas”.

Una noche de caos en Avellaneda

Los incidentes ocurrieron el miércoles por la noche durante el encuentro entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana. Enfrentamientos entre hinchas argentinos y chilenos dentro del estadio derivaron en una batalla campal que dejó heridos, destrozos y pánico en las gradas. Las imágenes recorrieron el continente y llevaron a la CONMEBOL a suspender el partido.

La policía detuvo a más de un centenar de seguidores chilenos, y desde entonces se inició una movilización diplomática y judicial para garantizar sus derechos y obtener su liberación. La dirigencia de Universidad de Chile también intervino a través de la concesionaria Azul Azul, que envió representantes a Buenos Aires.

Testimonios de terror y acusaciones cruzadas

Una vez liberados, varios hinchas relataron el calvario vivido. Uno de ellos declaró: “Nos sentimos abandonados, nos dejaron carne para los lobos. Me sentí inseguro desde esa noche hasta que volví a casa”. Otro denunció: “La policía nos reprimió afuera, se llevaban a cualquiera, se notaba el odio hacia el chileno”.

Los testimonios coinciden en señalar una evacuación caótica y un accionar policial arbitrario, con serias deficiencias de seguridad dentro del estadio, lo que dejó expuestos a los visitantes a nuevas agresiones.

Un conflicto que trasciende lo deportivo

El caso pone de relieve una vez más la fragilidad del sistema de seguridad en el fútbol sudamericano, y la persistente amenaza que representan las barras bravas. Aunque los hinchas chilenos fueron liberados, la causa judicial continúa en Argentina, donde se investigan responsabilidades individuales. Al menos dos simpatizantes de Independiente permanecerían detenidos.

Además, la CONMEBOL deberá resolver cómo continuará la serie entre los dos clubes, si se reprograma el partido o si se imponen sanciones. Mientras tanto, las relaciones bilaterales entre Chile y Argentina fueron puestas a prueba, forzando una cooperación diplomática de urgencia.

Más allá del resultado deportivo, el episodio deja una lección clara: sin seguridad real y protocolos efectivos, los estadios seguirán siendo terreno fértil para la violencia y la desprotección, incluso más allá de las fronteras.

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