Desarrollan un método para obtener bioaceite a partir de yerba mate consumida

Redacción Cuyo News
5 min

La yerba mate (Ilex paraguariensis) no sólo es símbolo nacional y compañera infaltable en hogares, oficinas y universidades. Ahora, también se perfila como materia prima estratégica para la producción de compuestos aromáticos de alto valor industrial, según reveló un equipo de científicos argentinos y neerlandeses.

De infusión cotidiana a fuente renovable

En un trabajo publicado en la revista especializada Waste Management, Martín Palazzolo, investigador del CONICET en el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM, CONICET-UNCUYO), junto a colegas de la Universidad de Groningen (Países Bajos), desarrolló un proceso de pirólisis para convertir yerba usada en bioaceite con valor agregado.

El grupo construyó un reactor experimental de bajo costo, apto para estudiar en laboratorio la transformación térmica sin oxígeno de pequeñas cantidades de biomasa, como la yerba usada de un mate promedio. Primero probaron con aserrín de pino, y luego aplicaron el método a la yerba consumida.

A 550 °C, la biomasa produce tres fracciones: un sólido (biochar), una mezcla gaseosa (CO₂, H₂ y CH₄) y un líquido denominado bioaceite. Fue este último el que captó el interés del equipo, por su potencial como fuente renovable de compuestos aromáticos aplicables en las industrias química, farmacéutica y alimenticia.

Bioaceite: un sustituto del petróleo

El bioaceite obtenido fue enriquecido mediante distintos tratamientos: uso de catalizadores como óxido de cobre (II), variaciones de temperatura y extracción con solventes renovables. Así lograron concentrar monómeros aromáticos, principalmente metoxifenoles, derivados de la lignina presente en la biomasa de yerba mate.

Identificamos una serie de pasos para conducir la conversión pirolítica hacia un bioaceite rico en compuestos aromáticos pequeños”, explicó Palazzolo. Estos compuestos podrían reemplazar derivados del petróleo en productos como plásticos, resinas, fragancias y hasta combustibles renovables.

Economía circular y sostenibilidad

Previo a la pirólisis, el equipo extrajo de la yerba residuos con cafeína y minerales, también de potencial uso comercial. A su vez, el biochar puede emplearse en agricultura y los gases generados, como combustible, sin necesidad de tratamientos adicionales.

En definitiva, tomamos algo que consideramos basura —la yerba mate usada— y lo convertimos en productos valiosos”, concluyó el investigador. El modelo propuesto permite no solo valorizar residuos, sino también reducir el impacto ambiental y generar oportunidades locales de producción a pequeña escala.

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