Un joven de 20 años fue detenido este fin de semana tras robar dos gansos de los Lagos de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires. El insólito episodio, filmado por un acompañante y viralizado en redes sociales, despertó indignación y abrió un debate sobre la protección de la fauna urbana.
En las imágenes se observa cómo el muchacho arrojó migas de pan para atraer a las aves y, segundos después, las tomó del cuello para meterlas en un auto estacionado sobre la avenida Sarmiento con las balizas encendidas. Minutos más tarde, los mismos gansos fueron filmados en la pileta de una vivienda particular.
De un lago natural a una pileta con cloro
La secuencia continuó con los animales nadando en una pileta tratada con cloro, un entorno hostil para su salud. Especialistas explicaron que este tipo de agua puede provocar irritaciones en la piel y en las patas, además de afectar el acicalamiento natural y su vida en comunidad.
Maltrato animal y premeditación
El episodio fue calificado tanto como un robo como un caso de maltrato animal. Los investigadores destacaron la premeditación del hecho, ya que fue filmado y difundido en redes sociales como si se tratara de un desafío humorístico.
Antecedentes en Palermo
No es la primera vez que los animales de los Lagos de Palermo se convierten en víctimas de incidentes. En ocasiones anteriores, se registraron jóvenes que molestaban a las aves o incluso las sacaban del agua para tomarse fotografías. La reiteración de estos hechos reaviva la preocupación sobre la falta de controles efectivos en la zona.
Mientras tanto, el joven quedó detenido bajo la acusación de abuso contra los animales, y los gansos fueron resguardados por personal especializado. El caso volvió a poner en agenda la convivencia entre personas y fauna en los espacios urbanos más concurridos de la Ciudad.
Un joven de 20 años fue detenido tras robar dos gansos de los Lagos de Palermo y soltarlos en la pileta de su casa. El hecho, filmado por un acompañante, fue calificado como maltrato animal y generó indignación en redes sociales. Especialistas advirtieron que el cloro del agua puede dañar gravemente la salud de las aves.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Un joven de 20 años fue detenido este fin de semana tras robar dos gansos de los Lagos de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires. El insólito episodio, filmado por un acompañante y viralizado en redes sociales, despertó indignación y abrió un debate sobre la protección de la fauna urbana.
En las imágenes se observa cómo el muchacho arrojó migas de pan para atraer a las aves y, segundos después, las tomó del cuello para meterlas en un auto estacionado sobre la avenida Sarmiento con las balizas encendidas. Minutos más tarde, los mismos gansos fueron filmados en la pileta de una vivienda particular.
De un lago natural a una pileta con cloro
La secuencia continuó con los animales nadando en una pileta tratada con cloro, un entorno hostil para su salud. Especialistas explicaron que este tipo de agua puede provocar irritaciones en la piel y en las patas, además de afectar el acicalamiento natural y su vida en comunidad.
Maltrato animal y premeditación
El episodio fue calificado tanto como un robo como un caso de maltrato animal. Los investigadores destacaron la premeditación del hecho, ya que fue filmado y difundido en redes sociales como si se tratara de un desafío humorístico.
Antecedentes en Palermo
No es la primera vez que los animales de los Lagos de Palermo se convierten en víctimas de incidentes. En ocasiones anteriores, se registraron jóvenes que molestaban a las aves o incluso las sacaban del agua para tomarse fotografías. La reiteración de estos hechos reaviva la preocupación sobre la falta de controles efectivos en la zona.
Mientras tanto, el joven quedó detenido bajo la acusación de abuso contra los animales, y los gansos fueron resguardados por personal especializado. El caso volvió a poner en agenda la convivencia entre personas y fauna en los espacios urbanos más concurridos de la Ciudad.