Cambio de hora en Argentina: media sanción en Diputados y debate abierto en el Senado

Redacción Cuyo News
6 min

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que propone modificar el huso horario de la Argentina. La iniciativa, impulsada por el exvicepresidente y diputado de la UCR, Julio Cobos, obtuvo 151 votos afirmativos, 66 negativos y 8 abstenciones y pasó al Senado para su tratamiento. De convertirse en ley, el país adoptará UTC‑4 durante el período invernal y el Poder Ejecutivo quedará facultado para retornar a UTC‑3 en verano, en un esquema similar al “horario de verano”.

Qué cambiaría: relojes, escuelas y consumo

El cambio implicará atrasar una hora los relojes en todo el territorio. Según el texto, esto hará que amanecer y anochecer se adelanten una hora respecto de la hora oficial actual. El planteo de Cobos parte de un desajuste: gran parte del país se ubica geográficamente en el huso UTC‑4, mientras que hoy rige UTC‑3, lo que genera una brecha entre hora oficial y hora solar con efectos en la vida cotidiana, especialmente en el consumo eléctrico y en los horarios escolares.

El proyecto sostiene que aprovechar mejor la luz natural podría reducir la demanda de electricidad en los meses fríos y, a la vez, alinear el “sistema circadiano” de la población con la luz del día, favoreciendo la atención y el rendimiento de los estudiantes.

Coordinación regional y antecedentes normativos

La iniciativa también menciona la coordinación con países del Mercosur para facilitar operaciones comerciales, bursátiles, bancarias y de transporte. En el repaso histórico, se recuerda que Argentina ha alternado husos y ensayado cambios estacionales. La Ley 26.350 (2007) estableció un sistema de invierno/verano, pero su aplicación quedó suspendida en 2009. Con la aprobación del proyecto actual, esa normativa quedaría derogada. La Ley 25.155 (1999), que había fijado UTC‑4, también fue revertida poco después de sancionada.

Debate energético y evidencia local

Las empresas del sector suelen advertir que el ahorro puede ser marginal; sin embargo, en 2022 un equipo del CONICET presentó en la Legislatura de Mendoza un informe que respalda la adopción de UTC‑4. Allí se estimó, por ejemplo, que el consumo eléctrico en aulas podría bajar de 104,3 kWh con UTC‑3 a 59,7 kWh con UTC‑4, al mejorar el uso de la luz natural. Más allá de las diferencias metodológicas, el debate se centra en qué horario optimiza salud, seguridad y energía según región y estación.

En paralelo, desde la salud pública y la cronobiología se apunta al llamado “jet lag social”, ese desfasaje entre la hora del reloj y la luz solar que puede asociarse a menos horas de sueño, desconcentración y más incidentes viales, además de desempeños académicos más débiles en adolescentes.

Durante el tratamiento, Cobos sintetizó su posición en dos mensajes que quedaron asentados en el debate:
Argentina tiene un desfasaje entre la hora oficial (-3) y el huso horario que realmente nos corresponde (-4) y esto provoca varios inconvenientes. Por eso presenté un proyecto para modificar el horario oficial en todo el territorio nacional y llevarlo al huso horario correcto”.
Argentina se encuentra casi en su totalidad dentro del huso horario de 4 horas al Oeste de Greenwich, solamente la zona cordillerana ingresa en el Huso -5; sin embargo usamos la hora del Huso -3. Además, parte de Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Chile, hoy están en el Huso -4”.

Con la media sanción asegurada, la discusión se traslada al Senado, donde se definirá si el país reordena oficialmente los relojes para sincronizarse con el sol.

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