La industria automotriz proyecta 700.000 0 km para 2026, pero detecta dos frenos que impiden acelerar: tasas de interés altas que limitan el crédito y presión impositiva sobre el precio final. En paralelo, el parque automotor local exhibe una antigüedad promedio de 14,3 años (era 14,1 en 2023), y la Asociación de Fábricas de Componentes estima que harían falta 1,1 millones de unidades anuales para dejar de envejecer.
Qué analiza el Gobierno
En despachos oficiales avanza el diseño de un esquema tipo plan canje “natural”, sin subsidios que comprometan cuentas públicas, para estimular la entrega de usados para desguace a cambio de un beneficio aplicable a la compra de un 0 km. La jugada ya tuvo un primer paso: se amplió de 30 a 142 la cantidad de autopartes que los desarmaderos habilitados pueden recuperar, elevando el valor económico del vehículo que se descarta.
“Hay que generar la necesidad. El mercado automotor es como un embudo que se está llenando porque además de un flujo natural más lento, el embudo está casi obstruido. El modo de destaparlo es haciendo posible que los usuarios descarten el auto viejo y puedan pasar a uno más nuevo. Lo que hay que hacer poner la rueda en movimiento”, dijeron a este medio desde una fuente que sigue el tema. “Lo que están pensando es el modo de implementar algún tipo de plan canje, pero que sea natural y no impulsado por el Estado con subvenciones que no se pueden sostener en el tiempo”.
Crédito caro y cuentas del mostrador
El financiamiento sigue siendo la bisagra. “Hoy, todos los créditos con tasas por debajo del 40% anual son subsidios que dan las marcas. Entonces ese esfuerzo se puede hacer con cupos limitados de autos, con montos no mayores al 50% del valor del auto y con plazos cortos de tiempo, no más de dos años. Entonces la cuota es alta y la pueden pagar pocos”, explicó un director de ventas de una terminal.
Desde una automotriz, Martin Galdeano fue contundente: “Cuando se vendieron 960.000 unidades como ocurrió algunos años atrás, había un nivel de anabólicos muy grande, era empujar autos que los clientes no querían. Creo que para llegar a un nivel de 1.200.000 unidades tenes que tener un nivel de crédito que se invierta con lo que fue históricamente. Que vos financies el 90% de los vehículos que vendés. La disponibilidad de crédito tiene que seguir creciendo y el costo tiene que caer a un nivel que permita que la gente se vuelque a invertir en un auto. Hoy el 50% es crédito y plan de ahorro y la mitad al contado. Estamos lejos”.
Cómo podría funcionar el “canje”
La propuesta que toma forma es reconocer un valor económico por el certificado de desguace del usado, utilizable como parte de pago del 0 km. “Es una forma de darle más valor a los autos usados, tanto para poder mantenerlos en mejores condiciones técnicas como para quién los quiera entregar para obtener un cupón que aplique para la compra de un auto nuevo”.
Para abaratar el precio final se evalúan dos palancas regulatorias: ampliar cupos de arancel extra zona reducido para híbridos y eléctricos aplicados hoy en baja escala, y/o alivios en derechos de exportación a terminales a condición de que se traslade el beneficio a la venta del 0 km con certificado de desguace. “El eslabón más débil de la cadena son los concesionarios, y aun así hoy hacen grandes descuentos para vender autos y cumplir sus objetivos de ventas. Lo que se está pensando es el modo de abaratar el costo de los autos a cambio de beneficios para quién lo genera. Del mismo modo que el Estado puede dejar de percibir el arancel de importación extra zona para autos híbridos y eléctricos dentro de un cupo determinado, hoy podría ampliarse ese cupo a más unidades. También podría buscarse otra herramienta como no cobrarles el arancel de exportación a las terminales a cambio usar ese beneficio para vender autos 0km tomando un certificado de desguace en parte de pago”.
“Si se va por la idea de ampliar el cupo, el beneficio sería para todo el sector automotor. Si en cambio se relacionara con los derechos de exportación, sería un “guiño” del gobierno para el sector industrial, que de algún modo padece con la actual apertura total de las exportaciones”.
Antecedentes y tiempos
El país tuvo dos planes canje en 1995 y 1999: el primero otorgaba 20% de descuento (Estado 10%, fabricantes 8%, concesionarios 2%); el segundo reconocía un cupo fijo por autos de más de 10 años, con desgravaciones como IVA y patentamiento. Ahora se busca un mecanismo más “orgánico”, apoyado en la cadena de desguace formal y microincentivos fiscales sectoriales.
La ventana temporal no es inmediata: “Se está estudiando. Si avanza, de todos modos, probablemente sea algo que se intente implementar el año que viene”, apuntaron las fuentes.
