El Gobierno nacional oficializó este miércoles 8 de octubre la suspensión temporal de las retenciones aplicadas a las exportaciones de aluminio, acero y productos derivados. La medida, establecida mediante el Decreto 726/2025 y publicada en el Boletín Oficial, entrará en vigencia el jueves 9 de octubre y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2025 o hasta que los países destino reduzcan sus aranceles de importación por debajo del 45%, lo que ocurra primero.
Una medida con sello competitivo
El decreto —firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona— reduce al 0% las alícuotas de derechos de exportación para las mercaderías comprendidas en las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.) detalladas en su anexo.
La decisión busca fortalecer la competitividad del sector metalúrgico argentino, especialmente en mercados que aplican aranceles de importación superiores al 45%. Según el texto oficial, la iniciativa se enmarca en los objetivos de “promover, proteger y conservar las actividades nacionales productivas” y asegurar el mayor valor agregado posible dentro del país.
Productos beneficiados por la retención cero
Entre los artículos alcanzados por la suspensión se incluyen:
- Laminados planos de hierro o acero sin alear, en caliente y en frío (N.C.M. 72.08 a 72.12)
- Aceros aleados, incluidos productos intermedios y laminados planos (72.24 a 72.26)
- Tubos y perfiles huecos de hierro o acero sin soldadura (73.04)
- Aluminio en bruto, barras, perfiles, alambres, chapas y tiras (76.01, 76.04, 76.05, 76.06, 76.07)
La Secretaría de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía deberá dictar las normas operativas correspondientes y notificar a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) sobre la lista de países que mantengan aranceles iguales o superiores al 45%.
Un respiro para la industria metalúrgica
El sector metalúrgico —que emplea a más de 200 mil trabajadores en todo el país— viene reclamando una rebaja en las retenciones desde hace años. La decisión llega en un contexto de presión fiscal y caída de exportaciones industriales por los elevados costos logísticos y las barreras de acceso a ciertos mercados internacionales.
De acuerdo con estimaciones de cámaras empresarias, la eliminación temporal de retenciones podría incrementar las exportaciones un 10% durante el último trimestre de 2025, con impacto directo en las plantas de acero y aluminio de San Juan, Buenos Aires y Córdoba.
Contexto político y económico
El decreto se apoya en los artículos 99 incisos 1 y 2 de la Constitución Nacional y el artículo 755 del Código Aduanero, que facultan al Ejecutivo a modificar los derechos de exportación con fines de política comercial. La medida también deberá ser evaluada por la Comisión Bicameral Permanente del Congreso, conforme a lo establecido por la Ley 26.122.
El texto oficial señala que la reducción de retenciones busca alinear la política industrial con los principios de apertura y libertad económica impulsados por el Ejecutivo, en sintonía con otras medidas de estímulo a las exportaciones de alto valor agregado.
Hasta fin de año o hasta nuevo aviso
La suspensión estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2025 o hasta que los países de destino modifiquen sus esquemas arancelarios. Si las condiciones internacionales no cambian, el Gobierno podría evaluar extender el beneficio. Por ahora, las exportadoras disfrutan de un alivio que, aunque transitorio, marca un cambio de rumbo en la política impositiva hacia el sector industrial.
En un país donde cada decreto puede durar menos que una licitación pública, el acero y el aluminio argentinos tienen, por unos meses, la chance de salir al mundo sin pagar peaje fiscal. Y eso, para una industria acostumbrada a soldar bajo presión, ya es una buena noticia.
El Gobierno nacional suspendió las retenciones a las exportaciones de aluminio, acero y productos metalúrgicos destinados a países que aplican aranceles iguales o superiores al 45%. La medida, formalizada mediante el Decreto 726/2025, busca mejorar la competitividad del sector y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2025 o hasta que los países destino reduzcan sus tasas.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El Gobierno nacional oficializó este miércoles 8 de octubre la suspensión temporal de las retenciones aplicadas a las exportaciones de aluminio, acero y productos derivados. La medida, establecida mediante el Decreto 726/2025 y publicada en el Boletín Oficial, entrará en vigencia el jueves 9 de octubre y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2025 o hasta que los países destino reduzcan sus aranceles de importación por debajo del 45%, lo que ocurra primero.
Una medida con sello competitivo
El decreto —firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona— reduce al 0% las alícuotas de derechos de exportación para las mercaderías comprendidas en las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.) detalladas en su anexo.
La decisión busca fortalecer la competitividad del sector metalúrgico argentino, especialmente en mercados que aplican aranceles de importación superiores al 45%. Según el texto oficial, la iniciativa se enmarca en los objetivos de “promover, proteger y conservar las actividades nacionales productivas” y asegurar el mayor valor agregado posible dentro del país.
Productos beneficiados por la retención cero
Entre los artículos alcanzados por la suspensión se incluyen:
- Laminados planos de hierro o acero sin alear, en caliente y en frío (N.C.M. 72.08 a 72.12)
- Aceros aleados, incluidos productos intermedios y laminados planos (72.24 a 72.26)
- Tubos y perfiles huecos de hierro o acero sin soldadura (73.04)
- Aluminio en bruto, barras, perfiles, alambres, chapas y tiras (76.01, 76.04, 76.05, 76.06, 76.07)
La Secretaría de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía deberá dictar las normas operativas correspondientes y notificar a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) sobre la lista de países que mantengan aranceles iguales o superiores al 45%.
Un respiro para la industria metalúrgica
El sector metalúrgico —que emplea a más de 200 mil trabajadores en todo el país— viene reclamando una rebaja en las retenciones desde hace años. La decisión llega en un contexto de presión fiscal y caída de exportaciones industriales por los elevados costos logísticos y las barreras de acceso a ciertos mercados internacionales.
De acuerdo con estimaciones de cámaras empresarias, la eliminación temporal de retenciones podría incrementar las exportaciones un 10% durante el último trimestre de 2025, con impacto directo en las plantas de acero y aluminio de San Juan, Buenos Aires y Córdoba.
Contexto político y económico
El decreto se apoya en los artículos 99 incisos 1 y 2 de la Constitución Nacional y el artículo 755 del Código Aduanero, que facultan al Ejecutivo a modificar los derechos de exportación con fines de política comercial. La medida también deberá ser evaluada por la Comisión Bicameral Permanente del Congreso, conforme a lo establecido por la Ley 26.122.
El texto oficial señala que la reducción de retenciones busca alinear la política industrial con los principios de apertura y libertad económica impulsados por el Ejecutivo, en sintonía con otras medidas de estímulo a las exportaciones de alto valor agregado.
Hasta fin de año o hasta nuevo aviso
La suspensión estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2025 o hasta que los países de destino modifiquen sus esquemas arancelarios. Si las condiciones internacionales no cambian, el Gobierno podría evaluar extender el beneficio. Por ahora, las exportadoras disfrutan de un alivio que, aunque transitorio, marca un cambio de rumbo en la política impositiva hacia el sector industrial.
En un país donde cada decreto puede durar menos que una licitación pública, el acero y el aluminio argentinos tienen, por unos meses, la chance de salir al mundo sin pagar peaje fiscal. Y eso, para una industria acostumbrada a soldar bajo presión, ya es una buena noticia.