Un hecho insólito sacudió la tranquilidad de la localidad chaqueña de Puerto Tirol: un objeto de origen desconocido cayó del cielo y apareció en un campo privado, generando alarma entre los vecinos y la inmediata movilización de las fuerzas de seguridad. El hallazgo se produjo el jueves alrededor de las 18:30 horas en la zona rural conocida como ex Campo Rossi.
Según informaron fuentes oficiales, efectivos de la Comisaría de Puerto Tirol y personal de la División Bomberos de Resistencia se acercaron al predio tras recibir una denuncia por la presencia de un elemento extraño, de gran tamaño, ubicado a unos 100 metros hacia el interior del campo.
Un cilindro de otro mundo (o casi)
Al arribar al lugar, los agentes constataron la presencia de un cilindro de aproximadamente 1,70 metros de largo y 1,20 de diámetro, construido en fibra de carbono. El objeto presentaba un orificio de 40 centímetros en uno de sus extremos y un complejo sistema de válvulas en el otro. Además, tenía una inscripción con un número de serie, lo que sugiere que podría tratarse de algún componente aeroespacial o industrial.
El área fue rápidamente asegurada y se convocó a la Sección Explosivos para una inspección técnica. Los expertos confirmaron que el objeto no contenía material combustible ni presentaba riesgos visibles para la población, por lo que fue retirado del lugar sin incidentes.
¿Basura espacial o simple resto industrial?
Si bien hasta el momento no se brindó una versión oficial sobre el origen del artefacto, el hecho se enmarca en fenómenos similares ocurridos en distintas partes del mundo, donde fragmentos de satélites, cohetes o elementos de uso aeroespacial terminan ingresando a la atmósfera y cayendo en zonas no pobladas.
El hallazgo dejó más preguntas que respuestas, y las autoridades analizan el cilindro para determinar su procedencia exacta y si guarda relación con algún lanzamiento espacial reciente. Mientras tanto, en Puerto Tirol, el cielo sigue siendo objeto de vigilancia… y de asombro.
Un objeto cilíndrico de grandes dimensiones cayó del cielo en un campo privado de Puerto Tirol, Chaco, y generó sorpresa entre los pobladores. El hallazgo ocurrió este jueves por la tarde y obligó a desplegar un operativo especial con presencia policial, bomberos y expertos en explosivos. El artefacto, de 1,70 metros de largo y fabricado en fibra de carbono, no contenía materiales peligrosos, según confirmó personal especializado.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Un hecho insólito sacudió la tranquilidad de la localidad chaqueña de Puerto Tirol: un objeto de origen desconocido cayó del cielo y apareció en un campo privado, generando alarma entre los vecinos y la inmediata movilización de las fuerzas de seguridad. El hallazgo se produjo el jueves alrededor de las 18:30 horas en la zona rural conocida como ex Campo Rossi.
Según informaron fuentes oficiales, efectivos de la Comisaría de Puerto Tirol y personal de la División Bomberos de Resistencia se acercaron al predio tras recibir una denuncia por la presencia de un elemento extraño, de gran tamaño, ubicado a unos 100 metros hacia el interior del campo.
Un cilindro de otro mundo (o casi)
Al arribar al lugar, los agentes constataron la presencia de un cilindro de aproximadamente 1,70 metros de largo y 1,20 de diámetro, construido en fibra de carbono. El objeto presentaba un orificio de 40 centímetros en uno de sus extremos y un complejo sistema de válvulas en el otro. Además, tenía una inscripción con un número de serie, lo que sugiere que podría tratarse de algún componente aeroespacial o industrial.
El área fue rápidamente asegurada y se convocó a la Sección Explosivos para una inspección técnica. Los expertos confirmaron que el objeto no contenía material combustible ni presentaba riesgos visibles para la población, por lo que fue retirado del lugar sin incidentes.
¿Basura espacial o simple resto industrial?
Si bien hasta el momento no se brindó una versión oficial sobre el origen del artefacto, el hecho se enmarca en fenómenos similares ocurridos en distintas partes del mundo, donde fragmentos de satélites, cohetes o elementos de uso aeroespacial terminan ingresando a la atmósfera y cayendo en zonas no pobladas.
El hallazgo dejó más preguntas que respuestas, y las autoridades analizan el cilindro para determinar su procedencia exacta y si guarda relación con algún lanzamiento espacial reciente. Mientras tanto, en Puerto Tirol, el cielo sigue siendo objeto de vigilancia… y de asombro.