Industriales vs. Caputo, el Gobierno insiste en que los sectores no competitivos deben reconvertirse

Redacción Cuyo News
7 min

La tensión entre el sector productivo y el Gobierno Nacional se ha profundizado en el cierre del segundo año de mandato del presidente Javier Milei. Mientras los industriales insisten en la imperiosa necesidad de implementar medidas que frenen la caída de la actividad manufacturera, en el Palacio de Hacienda prevalece una visión diferente: la convicción de que la economía recobrará impulso por inercia propia el próximo año y que los sectores «pujantes» absorberán el desempleo generado por aquellos que la administración considera «no competitivos».

En este contexto de visiones contrapuestas, seis miembros de la cúpula industrial visitaron el Ministerio de Economía para presentarle al ministro Luis Caputo un diagnóstico crudo de la realidad fabril. Las cifras puestas sobre la mesa son alarmantes: la política actual ha generado una pérdida acumulada de 51.000 puestos de trabajo en la industria formal en los últimos dos años. Lejos de ser una foto estática, la tendencia muestra un agravamiento de la situación de cara al 2026.

Proyecciones inquietantes para 2026

Según los registros que maneja la propia entidad industrial, entre enero y septiembre se perdieron 21.190 posiciones formales. Sin embargo, la curva descendente se aceleró en el último bimestre, registrando una baja de 4.000 empleos por mes entre octubre y noviembre. El recorte de personal no discrimina geografías ni especialidades; se visualiza diariamente con el cierre de líneas productivas enteras en un intento desesperado de las empresas por reducir costos fijos.

Aunque los empresarios mantuvieron las formas protocolares frente al Ministro y sus secretarios, el mensaje fue contundente: si no hay un viraje en la política económica, el empleo industrial seguirá cayendo el año próximo. La proyección que manejan en los despachos fabriles es que la destrucción de puestos de trabajo podría estabilizarse en una cifra dramática de 5.000 empleos registrados menos cada mes.

“El último dato del Indec de empleo mostró que cayó 4.200 en la industria y eso va a la informalidad. Pero el formal industrial, que es el que importa, se está destruyendo. Le dijimos que si no mejora un poco la actividad y toman algunas medidas, ese número puede subir y mantenerse en 5.000 mensuales», confió una de las fuentes presentes en la reunión.

La apuesta oficial: El Fondo de Asistencia Laboral

Ante este escenario, la respuesta del equipo económico se centra en las expectativas de la reforma laboral, cuyo debate en el Congreso se postergó para febrero. Concretamente, Caputo se mostró «muy optimista» con la implementación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL). Este mecanismo busca modificar radicalmente la forma en que los empleadores del sector privado afrontan las obligaciones derivadas de la extinción del contrato de trabajo.

El esquema propuesto establece que las empresas pagarán un 3% menos de cargas patronales. Ese porcentaje, en lugar de ir al fisco, se destinará a un fondo propio que, tras un período de carencia de seis meses, podrá ser utilizado por las compañías para realizar diversas inversiones. Para el Gobierno, esta herramienta será el motor que impulse la contratación y la inversión, contrarrestando la visión pesimista que hoy domina en las fábricas argentinas.

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