El exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se presentó este jueves a las 8 en punto en los tribunales de Comodoro Py para cumplir con la orden judicial que estableció su detención, tras la confirmación de su condena por parte de la Corte Suprema en la causa por la tragedia ferroviaria de Once.
El Tribunal Oral Federal N° 4 comenzó así la ejecución de la pena de cuatro años de prisión, al haber sido hallado culpable del delito de administración fraudulenta en el marco del siniestro ocurrido en febrero de 2012, que dejó un saldo de 51 víctimas fatales.
Destino: Ezeiza
De Vido será trasladado esta misma tarde al Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza, donde se le realizarán los exámenes médicos de rutina antes de su ingreso formal al penal.
Antes de ese traslado, a las 10 deberá participar de forma remota en la segunda audiencia del juicio por la causa Cuadernos, donde se encuentra imputado junto a otras 86 personas. Para ello, los jueces dispusieron una sala privada con conexión a internet dentro del edificio judicial.
Un ingreso sin estridencias
El operativo de seguridad fue discreto pero contundente. Escoltado por efectivos de la Policía Federal Argentina, De Vido arribó en una camioneta Volkswagen Nivus negra, ingresando por el acceso del subsuelo de los tribunales, fuera del alcance de las cámaras de televisión que aguardaban desde la madrugada.
El exfuncionario evitó hacer declaraciones y se lo vio sereno, casi indiferente al contexto. Vestía una campera inflable azul, camisa beige y tiradores oscuros. En el hall del ascensor lo recibió su abogado defensor, Maximiliano Rusconi, quien había llegado media hora antes al lugar. Ambos subieron al despacho del TOF N° 4, donde los esperaban los jueces Néstor Costabel, Ricardo Basílico y Fernando Canero, responsables de la ejecución de la condena.
