En una velada cargada de emoción en la Usina del Arte, Agustín Canapino confirmó su estatus de leyenda viviente del deporte motor nacional. El piloto de Arrecifes se impuso en la terna de Automovilismo ante rivales de peso internacional como Franco Colapinto y Nicolás Cavigliasso, adjudicándose el Olimpia de Plata por quinta vez en su carrera, repitiendo los logros de 2010, 2017, 2018 y 2019.
Sin embargo, la noche tenía reservada una distinción mayor para el «Titán». Tras una temporada perfecta, Canapino fue galardonado con el Olimpia de Oro 2025, el premio máximo que entrega el Círculo de Periodistas Deportivos, repitiendo la hazaña conseguida en 2018. Los méritos deportivos del arrecifeño fueron indiscutibles: este año consiguió la triple corona del automovilismo argentino, consagrándose campeón simultáneamente en el Turismo Carretera, el TC 2000 y las TC Pick Up.
Un récord histórico que supera a Traverso
La performance de Canapino en 2025 no solo le valió estatuillas, sino que reescribió los libros de historia del automovilismo vernáculo. Con sus recientes conquistas, el piloto de 35 años alcanzó la impresionante cifra de 18 títulos nacionales, superando la marca que ostentaba el legendario Juan María Traverso, quien hasta ahora era el máximo referente en cantidad de campeonatos locales.
Además, en la categoría más popular y pasional del país, el Turismo Carretera, Canapino sumó su quinta estrella, alcanzando la línea histórica de otro gigante: Oscar Alfredo Gálvez. Este dominio absoluto en diversas categorías y superficies ratifica su versatilidad y vigencia en la élite del volante.
El exclusivo club de los bicampeones de Oro
La obtención de su segundo Olimpia de Oro coloca a Agustín Canapino en un «Olimpo» reservado para muy pocos. El piloto se une formalmente al selecto grupo de deportistas que han levantado el máximo trofeo en al menos dos oportunidades, integrando una lista que incluye a íconos mundiales como Diego Maradona (1979 y 1986), Emanuel Ginóbili (2003 y 2004) y Gabriela Sabatini (1987 y 1988). También figuran en este escalafón Roberto de Vicenzo, Alberto Demiddi, Juan Martín del Potro, Cecilia Rognoni y Luciana Aymar.
Cabe destacar que el trono absoluto sigue perteneciendo a Lionel Messi, máximo ganador histórico con cuatro oros (2011, 2021, 2022 y 2023). Un escalón más abajo, con tres distinciones, se mantienen el boxeador Santos Benigno Laciar y el tenista Guillermo Vilas. Con este nuevo reconocimiento, el automovilismo reafirma su peso en la cultura deportiva argentina, con Canapino como su abanderado indiscutido.
<p>Agustín Canapino se consagró como el gran ganador de la noche en los Premios Olimpia 2025. El piloto arrecifeño obtuvo el Olimpia de Plata en automovilismo, superando a Franco Colapinto, y se alzó con su segundo Olimpia de Oro tras una temporada histórica en la que logró la triple corona nacional (TC, TC2000 y TC Pick Up), batiendo el récord de títulos del legendario Juan María Traverso.</p>
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Lo de Agustín Canapino ya roza el abuso de autoridad deportiva. El «Titán» de Arrecifes llegó a la Usina del Arte y se llevó hasta los centros de mesa, dejando en claro que por más que Franco Colapinto venga con el glamour de la Fórmula 1, el marketing global y las selfies en boxes de Mónaco, en estas pampas el que manda es el que sabe esquivar los «pianitos» del autódromo de La Plata sin derramar el mate. Canapino le ganó la pulseada al pibe maravilla y a Cavigliasso con la tranquilidad, demostrando que para ser profeta en tu tierra tenés que ganar arriba de cualquier cosa que tenga cuatro ruedas y un motor, sea un auto de carrera, una camioneta o un rastrojero tuneado.
Para colmo, el muchacho se dio el lujo de ganar la «Triple Corona», que suena a combo de hamburguesería premium, pero en realidad significa que se cansó de dar la vuelta olímpica en TC, TC2000 y TC Pick Up en un mismo año. Con esto, superó en títulos al mismísimo «Flaco» Traverso, mirando la tele y soltando algún insulto irreproducible con esa elegancia hosca que lo caracteriza. Canapino ahora tiene dos Olimpias de Oro, sentándose en la misma mesa chica que Maradona y Ginóbili, mientras el resto de los mortales nos sentimos realizados si logramos que el mecánico no nos cobre un riñón por el cambio de aceite.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
En una velada cargada de emoción en la Usina del Arte, Agustín Canapino confirmó su estatus de leyenda viviente del deporte motor nacional. El piloto de Arrecifes se impuso en la terna de Automovilismo ante rivales de peso internacional como Franco Colapinto y Nicolás Cavigliasso, adjudicándose el Olimpia de Plata por quinta vez en su carrera, repitiendo los logros de 2010, 2017, 2018 y 2019.
Sin embargo, la noche tenía reservada una distinción mayor para el «Titán». Tras una temporada perfecta, Canapino fue galardonado con el Olimpia de Oro 2025, el premio máximo que entrega el Círculo de Periodistas Deportivos, repitiendo la hazaña conseguida en 2018. Los méritos deportivos del arrecifeño fueron indiscutibles: este año consiguió la triple corona del automovilismo argentino, consagrándose campeón simultáneamente en el Turismo Carretera, el TC 2000 y las TC Pick Up.
Un récord histórico que supera a Traverso
La performance de Canapino en 2025 no solo le valió estatuillas, sino que reescribió los libros de historia del automovilismo vernáculo. Con sus recientes conquistas, el piloto de 35 años alcanzó la impresionante cifra de 18 títulos nacionales, superando la marca que ostentaba el legendario Juan María Traverso, quien hasta ahora era el máximo referente en cantidad de campeonatos locales.
Además, en la categoría más popular y pasional del país, el Turismo Carretera, Canapino sumó su quinta estrella, alcanzando la línea histórica de otro gigante: Oscar Alfredo Gálvez. Este dominio absoluto en diversas categorías y superficies ratifica su versatilidad y vigencia en la élite del volante.
El exclusivo club de los bicampeones de Oro
La obtención de su segundo Olimpia de Oro coloca a Agustín Canapino en un «Olimpo» reservado para muy pocos. El piloto se une formalmente al selecto grupo de deportistas que han levantado el máximo trofeo en al menos dos oportunidades, integrando una lista que incluye a íconos mundiales como Diego Maradona (1979 y 1986), Emanuel Ginóbili (2003 y 2004) y Gabriela Sabatini (1987 y 1988). También figuran en este escalafón Roberto de Vicenzo, Alberto Demiddi, Juan Martín del Potro, Cecilia Rognoni y Luciana Aymar.
Cabe destacar que el trono absoluto sigue perteneciendo a Lionel Messi, máximo ganador histórico con cuatro oros (2011, 2021, 2022 y 2023). Un escalón más abajo, con tres distinciones, se mantienen el boxeador Santos Benigno Laciar y el tenista Guillermo Vilas. Con este nuevo reconocimiento, el automovilismo reafirma su peso en la cultura deportiva argentina, con Canapino como su abanderado indiscutido.
Lo de Agustín Canapino ya roza el abuso de autoridad deportiva. El «Titán» de Arrecifes llegó a la Usina del Arte y se llevó hasta los centros de mesa, dejando en claro que por más que Franco Colapinto venga con el glamour de la Fórmula 1, el marketing global y las selfies en boxes de Mónaco, en estas pampas el que manda es el que sabe esquivar los «pianitos» del autódromo de La Plata sin derramar el mate. Canapino le ganó la pulseada al pibe maravilla y a Cavigliasso con la tranquilidad, demostrando que para ser profeta en tu tierra tenés que ganar arriba de cualquier cosa que tenga cuatro ruedas y un motor, sea un auto de carrera, una camioneta o un rastrojero tuneado.
Para colmo, el muchacho se dio el lujo de ganar la «Triple Corona», que suena a combo de hamburguesería premium, pero en realidad significa que se cansó de dar la vuelta olímpica en TC, TC2000 y TC Pick Up en un mismo año. Con esto, superó en títulos al mismísimo «Flaco» Traverso, mirando la tele y soltando algún insulto irreproducible con esa elegancia hosca que lo caracteriza. Canapino ahora tiene dos Olimpias de Oro, sentándose en la misma mesa chica que Maradona y Ginóbili, mientras el resto de los mortales nos sentimos realizados si logramos que el mecánico no nos cobre un riñón por el cambio de aceite.