Mercedes-Benz Argentina, bajo el control del grupo Prestige Auto, anunció un ambicioso plan de inversión de US$400 millones para electrificar su planta ubicada en La Matanza. La inversión se iniciará en 2027 y permitirá transformar la histórica fábrica de Virrey del Pino en un centro de producción de utilitarios eléctricos.
Así lo confirmó el CEO de Prestige, Daniel Herrero, quien indicó que el proyecto cuenta con el aval de la casa matriz de Mercedes-Benz y contempla la producción local de versiones eléctricas de los modelos Sprinter y Vito. La estrategia se enmarca en la decisión global de la marca alemana de abandonar la fabricación de vehículos a combustión a partir de 2030.
Producción en aumento y empleo garantizado
La planta cuenta actualmente con 1.800 trabajadores, cuya continuidad laboral está garantizada. Para este año, Mercedes proyecta la producción de 16.000 unidades Sprinter, superando las 14.000 planificadas inicialmente, y apunta a llegar a 20.000 unidades anuales en 2026.
Exportaciones como eje estratégico
El nuevo enfoque productivo tendrá un fuerte perfil exportador: más del 60% de los vehículos fabricados se destinarán a mercados latinoamericanos. Brasil ya confirmó un pedido de 10.000 unidades para el próximo año, consolidándose como el principal cliente regional.
Flexibilidad comercial y nuevos mercados
Prestige Auto busca destacarse en el mercado por su capacidad de adaptación y servicio personalizado, adaptando los vehículos a las necesidades específicas de sus clientes. La empresa mantiene precios competitivos en el mercado interno, incluso frente al impacto de la suba del dólar, y explora nuevos destinos comerciales como África, donde el proceso de electrificación avanza de forma más lenta pero sostenida.
La reconversión de la planta de Mercedes-Benz en La Matanza marca un hito en la transición hacia una industria automotriz más sustentable y posiciona a Argentina como un jugador regional clave en la fabricación de vehículos eléctricos utilitarios.
Mercedes-Benz Argentina, bajo la conducción del grupo Prestige Auto, anunció una inversión de US$400 millones a partir de 2027 para transformar su planta de La Matanza en un polo de producción de utilitarios eléctricos. La iniciativa apunta a producir versiones eléctricas de la Sprinter y la Vito, con foco en la exportación a Brasil y otros mercados latinoamericanos, sin afectar el empleo actual de sus 1.800 trabajadores.
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Mercedes-Benz Argentina, bajo el control del grupo Prestige Auto, anunció un ambicioso plan de inversión de US$400 millones para electrificar su planta ubicada en La Matanza. La inversión se iniciará en 2027 y permitirá transformar la histórica fábrica de Virrey del Pino en un centro de producción de utilitarios eléctricos.
Así lo confirmó el CEO de Prestige, Daniel Herrero, quien indicó que el proyecto cuenta con el aval de la casa matriz de Mercedes-Benz y contempla la producción local de versiones eléctricas de los modelos Sprinter y Vito. La estrategia se enmarca en la decisión global de la marca alemana de abandonar la fabricación de vehículos a combustión a partir de 2030.
Producción en aumento y empleo garantizado
La planta cuenta actualmente con 1.800 trabajadores, cuya continuidad laboral está garantizada. Para este año, Mercedes proyecta la producción de 16.000 unidades Sprinter, superando las 14.000 planificadas inicialmente, y apunta a llegar a 20.000 unidades anuales en 2026.
Exportaciones como eje estratégico
El nuevo enfoque productivo tendrá un fuerte perfil exportador: más del 60% de los vehículos fabricados se destinarán a mercados latinoamericanos. Brasil ya confirmó un pedido de 10.000 unidades para el próximo año, consolidándose como el principal cliente regional.
Flexibilidad comercial y nuevos mercados
Prestige Auto busca destacarse en el mercado por su capacidad de adaptación y servicio personalizado, adaptando los vehículos a las necesidades específicas de sus clientes. La empresa mantiene precios competitivos en el mercado interno, incluso frente al impacto de la suba del dólar, y explora nuevos destinos comerciales como África, donde el proceso de electrificación avanza de forma más lenta pero sostenida.
La reconversión de la planta de Mercedes-Benz en La Matanza marca un hito en la transición hacia una industria automotriz más sustentable y posiciona a Argentina como un jugador regional clave en la fabricación de vehículos eléctricos utilitarios.