La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) implementó el Monotributo Unificado como parte de una estrategia de simplificación fiscal orientada a pequeños contribuyentes. El sistema busca unificar en un solo pago mensual los impuestos nacionales, provinciales y, en algunos casos, municipales.
Esta iniciativa se enmarca en un proceso de modernización tributaria que promueve la coordinación entre Nación y provincias. Cada jurisdicción decide su adhesión al sistema. ARCA busca así facilitar el cumplimiento fiscal, mejorar la recaudación y reducir la carga administrativa.
¿Qué incluye el Monotributo Unificado?
El régimen contempla en una única cuota mensual:
- El impuesto nacional del Monotributo
- Los aportes previsionales
- La obra social
- El Impuesto sobre los Ingresos Brutos de la jurisdicción correspondiente
- En algunos casos, también tasas municipales o comunales
De este modo, se evita realizar múltiples declaraciones juradas o pagos separados ante distintos organismos.
¿Quiénes pueden acceder al régimen?
Podrán sumarse al Monotributo Unificado aquellas personas:
- Ya inscriptas en el Monotributo nacional
- Que desarrollen su actividad dentro de una sola provincia adherida
No pueden adherirse:
- Quienes operen en más de una provincia
- Contribuyentes alcanzados por el Convenio Multilateral
- Personas cuyas actividades superen los límites de facturación del Monotributo
Alta y gestión del régimen
Quienes ya estaban inscriptos tanto en el Monotributo nacional como en el régimen simplificado de Ingresos Brutos, fueron dado de alta de oficio cuando el sistema entró en vigencia en su jurisdicción.
Los nuevos contribuyentes deberán inscribirse desde el portal Monotributo, realizando un solo trámite que incluye los tributos nacionales, provinciales y municipales (cuando corresponda).
¿En qué se diferencia del Convenio Multilateral?
El Monotributo Unificado está pensado para contribuyentes que operan exclusivamente en una sola provincia y buscan simplificar su cumplimiento fiscal mediante pagos centralizados.
En cambio, el Convenio Multilateral se aplica a quienes facturan en más de una jurisdicción y deben distribuir su facturación, declarar mensualmente y cumplir con liquidaciones separadas por provincia.
Mientras el primero promueve la automatización y alivio administrativo, el segundo implica una gestión más compleja y orientada a actividades económicas de mayor escala o alcance geográfico.
