El Gobierno nacional confirmó la existencia de fallas de seguridad en miles de pasaportes argentinos de la serie AAL y pidió a los ciudadanos que los posean que los devuelvan al Renaper o a los consulados argentinos en el exterior.
Los documentos afectados
Las libretas bajo revisión pertenecen a las numeraciones:
- AAL314778 a AAL346228
- AAL400000 a AAL607599
- AAL616000 a AAL620088
Según datos oficiales, entre 5.000 y 6.000 pasaportes presentan defectos en la tinta de seguridad, aunque el rango abarca más de 200.000 documentos emitidos.
La falla técnica
El problema se originó en una tinta negra de seguridad provista por una empresa alemana, usada en impresoras del Renaper desde hace más de 12 años. La falla es indetectable a simple vista, pero salta en controles migratorios electrónicos, lo que puede generar demoras y rechazos en aeropuertos.
La respuesta oficial
- Los pasaportes defectuosos serán reimpresos sin costo.
- En caso de viajes urgentes, se emitirán pasaportes provisorios de emergencia.
- Los consulados en el exterior están recibiendo y reenviando las libretas a Buenos Aires para su revisión y reposición.
Impacto internacional
Los primeros casos se reportaron en Brasil, México, Canadá, Estados Unidos, España y Australia, donde argentinos tuvieron inconvenientes en aeropuertos. El Renaper ya reemplazó más de 2.200 pasaportes y trabaja junto a Migraciones y Cancillería para garantizar el tránsito de los viajeros.
Debate político
La situación derivó en un pedido de informes en el Congreso, encabezado por Esteban Paulón y Mónica Fein (Partido Socialista), que exigieron explicaciones al director del Renaper, Pablo Luis Santos. La diputada Florencia Carignano también cuestionó al Gobierno y a la empresa proveedora, denunciando un “grave deterioro en la seguridad del documento argentino”.
El Gobierno nacional detectó fallas de seguridad en miles de pasaportes argentinos de la serie AAL y pidió a los ciudadanos que los devuelvan de inmediato. El problema afecta a entre 5.000 y 6.000 libretas, aunque el rango de documentos bajo revisión supera los 200.000. El Renaper asegura que la falla proviene de una tinta de seguridad importada, invisible al ojo humano, y que los documentos defectuosos serán reemplazados sin costo.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El Gobierno nacional confirmó la existencia de fallas de seguridad en miles de pasaportes argentinos de la serie AAL y pidió a los ciudadanos que los posean que los devuelvan al Renaper o a los consulados argentinos en el exterior.
Los documentos afectados
Las libretas bajo revisión pertenecen a las numeraciones:
- AAL314778 a AAL346228
- AAL400000 a AAL607599
- AAL616000 a AAL620088
Según datos oficiales, entre 5.000 y 6.000 pasaportes presentan defectos en la tinta de seguridad, aunque el rango abarca más de 200.000 documentos emitidos.
La falla técnica
El problema se originó en una tinta negra de seguridad provista por una empresa alemana, usada en impresoras del Renaper desde hace más de 12 años. La falla es indetectable a simple vista, pero salta en controles migratorios electrónicos, lo que puede generar demoras y rechazos en aeropuertos.
La respuesta oficial
- Los pasaportes defectuosos serán reimpresos sin costo.
- En caso de viajes urgentes, se emitirán pasaportes provisorios de emergencia.
- Los consulados en el exterior están recibiendo y reenviando las libretas a Buenos Aires para su revisión y reposición.
Impacto internacional
Los primeros casos se reportaron en Brasil, México, Canadá, Estados Unidos, España y Australia, donde argentinos tuvieron inconvenientes en aeropuertos. El Renaper ya reemplazó más de 2.200 pasaportes y trabaja junto a Migraciones y Cancillería para garantizar el tránsito de los viajeros.
Debate político
La situación derivó en un pedido de informes en el Congreso, encabezado por Esteban Paulón y Mónica Fein (Partido Socialista), que exigieron explicaciones al director del Renaper, Pablo Luis Santos. La diputada Florencia Carignano también cuestionó al Gobierno y a la empresa proveedora, denunciando un “grave deterioro en la seguridad del documento argentino”.