En un escenario económico marcado por una desaceleración en el ritmo de precios, la Canasta Navideña de 2025 presenta un comportamiento atípico respecto a temporadas anteriores. El valor total del conjunto de productos típicos alcanza los $95.401, lo que representa un incremento del 27% en comparación con 2024, cuando su costo era de $75.013. Este aumento se ubica por debajo de la inflación acumulada, que hasta noviembre registraba un 27,9% según datos del Indec.
Este fenómeno se da en un contexto donde la inflación mensual se ha estabilizado en la zona del 2,5%, pero con una demanda que se mantiene baja. Sin embargo, lo que sí representa un desafío significativo para el bolsillo de las familias es la decoración festiva: los productos para ambientar el hogar resultan poco accesibles, con un costo que supera holgadamente los $400.000.
El detalle de los aumentos
Al analizar los productos por separado, se observan disparidades notables en los incrementos. Mientras que algunos artículos esenciales como el champagne apenas variaron su precio nominal, otros productos premium sufrieron alzas considerables. A continuación, el desglose de los valores vigentes:
- Torta española de frutos secos (200g): $24.920 (+47%)
- Pan dulce con frutas (400g): $5.750 (+44%)
- Turrón español blando de almendra (200g): $13.500 (+38%)
- Turrón de almendras (90g): $4.940 (+34%)
- Espumante fresa (750cc): $10.500 (+28%)
- Budín con frutas (215g): $3.758 (+27%)
- Espumante ananá (710cc): $5.100 (+18%)
- Sidra (720cc): $2.299 (+15%)
- Pan dulce con chips de chocolate (400g): $10.299 (+9%)
- Champagne (750cc): $9.980 (+1%)
Cambio de hábitos en el consumo
La estabilidad cambiaria y la menor inflación han modificado la conducta de los compradores. Según un informe de la consultora Focus Market, la práctica del «stockeo» temprano, muy común en años de alta volatilidad para congelar precios, ha perdido fuerza.
Los datos indican que el 44% de los consumidores realiza las compras apenas una semana antes de Navidad, mientras que un 27% lo hace con un mes de antelación. Por su parte, el 21% opta por el fin de semana previo y un audaz 8% espera hasta el mismo 24 de diciembre para adquirir los productos de la mesa dulce y el brindis.
<p>La Canasta Navideña de 2025 registra un valor de $95.401, lo que representa un aumento interanual del 27%, cifra que se ubica por debajo de la inflación acumulada. En un contexto de demanda retraída y estabilidad de precios, los consumidores han modificado sus hábitos, abandonando el stockeo anticipado. Por otro lado, decorar el hogar se ha vuelto un lujo, con costos que superan los $400.000.</p>
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Llegó esa época mágica del año donde la esperanza se renueva y la billetera se suicida. Según los expertos en economía —esos seres mitológicos que nunca tuvieron que elegir entre comprar sidra o pagar la luz—, la Canasta Navideña aumentó «apenas» un 27%. Es decir, tenemos que festejar que nos empobrecimos más lento que el año pasado. Una verdadera victoria moral. Eso sí, la Torta Española de frutos secos cotiza a casi 25.000 pesos, lo que la convierte oficialmente en un activo financiero más estable que el Bitcoin. Si tenés una en la alacena, no te la comas: guardala en una caja fuerte y esperá a que suba para venderla en febrero y pagar la matrícula del colegio de los chicos.
Pero el verdadero golpe al espíritu navideño viene por el lado de la decoración. Armar el arbolito cuesta más de 400.000 pesos. A este ritmo, la tendencia decorativa de 2025 será el minimalismo extremo: una rama seca encontrada en la vereda, envuelta en papel aluminio de un chocolate que comiste en julio. Y ni hablemos de las luces; con lo que cuesta la electricidad, encenderlas es un acto de ostentación digno de un jeque árabe. Mientras tanto, el 8% de los argentinos espera hasta el 24 de diciembre para comprar, no por estrategia, sino por pura adrenalina, jugando a la ruleta rusa con las sobras del supermercado para ver si consiguen un pan dulce que no tenga la consistencia de un ladrillo refractario.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
En un escenario económico marcado por una desaceleración en el ritmo de precios, la Canasta Navideña de 2025 presenta un comportamiento atípico respecto a temporadas anteriores. El valor total del conjunto de productos típicos alcanza los $95.401, lo que representa un incremento del 27% en comparación con 2024, cuando su costo era de $75.013. Este aumento se ubica por debajo de la inflación acumulada, que hasta noviembre registraba un 27,9% según datos del Indec.
Este fenómeno se da en un contexto donde la inflación mensual se ha estabilizado en la zona del 2,5%, pero con una demanda que se mantiene baja. Sin embargo, lo que sí representa un desafío significativo para el bolsillo de las familias es la decoración festiva: los productos para ambientar el hogar resultan poco accesibles, con un costo que supera holgadamente los $400.000.
El detalle de los aumentos
Al analizar los productos por separado, se observan disparidades notables en los incrementos. Mientras que algunos artículos esenciales como el champagne apenas variaron su precio nominal, otros productos premium sufrieron alzas considerables. A continuación, el desglose de los valores vigentes:
- Torta española de frutos secos (200g): $24.920 (+47%)
- Pan dulce con frutas (400g): $5.750 (+44%)
- Turrón español blando de almendra (200g): $13.500 (+38%)
- Turrón de almendras (90g): $4.940 (+34%)
- Espumante fresa (750cc): $10.500 (+28%)
- Budín con frutas (215g): $3.758 (+27%)
- Espumante ananá (710cc): $5.100 (+18%)
- Sidra (720cc): $2.299 (+15%)
- Pan dulce con chips de chocolate (400g): $10.299 (+9%)
- Champagne (750cc): $9.980 (+1%)
Cambio de hábitos en el consumo
La estabilidad cambiaria y la menor inflación han modificado la conducta de los compradores. Según un informe de la consultora Focus Market, la práctica del «stockeo» temprano, muy común en años de alta volatilidad para congelar precios, ha perdido fuerza.
Los datos indican que el 44% de los consumidores realiza las compras apenas una semana antes de Navidad, mientras que un 27% lo hace con un mes de antelación. Por su parte, el 21% opta por el fin de semana previo y un audaz 8% espera hasta el mismo 24 de diciembre para adquirir los productos de la mesa dulce y el brindis.
Llegó esa época mágica del año donde la esperanza se renueva y la billetera se suicida. Según los expertos en economía —esos seres mitológicos que nunca tuvieron que elegir entre comprar sidra o pagar la luz—, la Canasta Navideña aumentó «apenas» un 27%. Es decir, tenemos que festejar que nos empobrecimos más lento que el año pasado. Una verdadera victoria moral. Eso sí, la Torta Española de frutos secos cotiza a casi 25.000 pesos, lo que la convierte oficialmente en un activo financiero más estable que el Bitcoin. Si tenés una en la alacena, no te la comas: guardala en una caja fuerte y esperá a que suba para venderla en febrero y pagar la matrícula del colegio de los chicos.
Pero el verdadero golpe al espíritu navideño viene por el lado de la decoración. Armar el arbolito cuesta más de 400.000 pesos. A este ritmo, la tendencia decorativa de 2025 será el minimalismo extremo: una rama seca encontrada en la vereda, envuelta en papel aluminio de un chocolate que comiste en julio. Y ni hablemos de las luces; con lo que cuesta la electricidad, encenderlas es un acto de ostentación digno de un jeque árabe. Mientras tanto, el 8% de los argentinos espera hasta el 24 de diciembre para comprar, no por estrategia, sino por pura adrenalina, jugando a la ruleta rusa con las sobras del supermercado para ver si consiguen un pan dulce que no tenga la consistencia de un ladrillo refractario.