Alejandra “Locomotora” Oliveras, exboxeadora profesional y actual convencional constituyente, permanece internada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital José María Cullen, en la ciudad de Santa Fe, tras sufrir una descompensación durante la mañana del lunes.
De acuerdo con el testimonio de su hijo, la noche anterior la deportista había cenado con normalidad y no mostró signos de malestar. Sin embargo, al despertar, comenzó a sentirse mal y, ante la persistencia de los síntomas, se solicitó asistencia médica mediante el servicio de emergencias 107, que procedió a su traslado inmediato.
El parte médico indica que Oliveras ingresó lúcida al área de shock room, donde fue sometida a estudios de alta complejidad como tomografía y resonancia magnética. Los resultados arrojaron un diagnóstico de ACV isquémico del lado izquierdo, acompañado por síndrome confusional y pérdida de movilidad en la mitad izquierda del cuerpo.
“La paciente se encuentra estable, va a pasar a unidad de terapia intensiva, pero tiene pronóstico reservado. Estas 48 horas serán trascendentales”, señaló el médico a cargo.
La exboxeadora de 47 años fue alojada en la UTI para monitoreo constante. Cabe señalar que, días atrás, se había sometido a una intervención estética en la zona del pecho, aunque por el momento no hay indicios concretos que vinculen ese procedimiento con el cuadro neurológico actual.
La exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras se encuentra internada en terapia intensiva en Santa Fe tras sufrir un ACV isquémico. El cuadro se manifestó con una pérdida de movilidad en el lado izquierdo del cuerpo. Su estado es estable, pero con pronóstico reservado. Las próximas 48 horas serán clave para su evolución.
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La vida arriba del ring puede ser dura, pero nada se compara con el combate que enfrenta ahora Alejandra “Locomotora” Oliveras. La multicampeona mundial, hoy devenida en convencional constituyente, pelea el round más difícil de su vida: un ACV isquémico que la dejó internada en terapia intensiva. Y esta vez no hay campana ni esquina que la salve: las próximas 48 horas son decisivas, y el rival es invisible.
Todo comenzó con una mañana que parecía normal, hasta que la confusión y la pérdida de movilidad del lado izquierdo del cuerpo obligaron a llamar al 107. El diagnóstico llegó rápido y contundente, como un gancho cruzado: accidente cerebrovascular, lado izquierdo. De inmediato fue derivada al Hospital Cullen, donde ingresó lúcida, pero quedó en UTI con pronóstico reservado.
El dato que intriga a más de uno es que, días atrás, Oliveras se había sometido a una intervención estética en la zona del pecho. Por ahora, los médicos no confirman ni descartan relación alguna. Lo cierto es que la Locomotora —símbolo de fuerza, garra y resiliencia— enfrenta hoy un adversario que no se rinde fácil. Pero si alguien sabe cómo dar pelea, es ella.
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