Oswaldo Balanta, el colombiano que estaba a prueba en la Reserva de San Lorenzo y sufrió un paro cardíaco en un entrenamiento, despertó y hasta respiró sin asistencia por un rato. Si bien tuvo que ser sedado de nuevo porque se puso nervioso, esto es un notición para el Ciclón.

Balanta despierta y da un respiro al Ciclón
La novela de Oswaldo Balanta en San Lorenzo tuvo un capítulo que nadie esperaba, y menos que fuera con final feliz (por ahora). El delantero colombiano, que se descompensó días atrás en una práctica con la Reserva tras sufrir un paro cardíaco que hizo temblar al Nuevo Gasómetro, mostró una mejoría que sorprendió a propios y extraños. Balanta, de 23 años, abrió los ojos, movió brazos y piernas, y hasta pudo responder a algunas órdenes simples como apretar las manos de los médicos, todo esto sin necesidad del respirador artificial. Casi que se mandó un «Diego Milito» en la final de Madrid, pero en versión recuperación médica.
De Cali a Boedo, pasando por el Piñero
Recordemos que Balanta, con pasado en Boca Juniors de Cali (sí, leyó bien, Boca Juniors de Cali), llegó al Ciclón para probarse en la Reserva. Buscaba una nueva oportunidad en el fútbol argentino luego de quedar libre. Pero en medio de un entrenamiento, el destino le jugó una mala pasada: paro cardíaco, reanimación de urgencia y traslado al Hospital Piñero. Un panorama que parecía sacado de una película de terror, pero con la garra charrúa del «Muñeco» Gallardo, el colombiano se aferró a la vida y la viene peleando como un campeón.
Un paso adelante, dos pasos atrás (pero con fe)
Si bien la mejoría de Balanta ilusiona, los médicos tuvieron que sedarlo nuevamente. Parece que el pibe se puso nervioso al verse sin el respirador (¿quién no?), así que volvieron a conectarlo. Ahora, está bajo control en el Sanatorio Finochietto, acompañado por su madre, que seguramente le está haciendo masajes en los pies con mentol para la buena suerte. Los profesionales de la salud son cautos y lo monitorean de cerca. El caso sigue siendo complejo, pero esta levantada es una señal de que Balanta, como el «Burrito» Ortega gambeteando rivales, esquiva a la parca con una habilidad digna de admirar. El parte médico habla de estudios constantes para ver cómo evoluciona. En Boedo, rezan para que la historia tenga un final feliz, a lo Palermo contra Perú en el Monumental.