Argentina, sin Messi ni Lautaro, igual le ganó a Uruguay en el Centenario por las Eliminatorias. Arrancamos ganando con un gol en contra de Cáceres y después el «Cholito» Simeone metió el segundo. De Arrascaeta salió lesionado en el primer tiempo. ¿Habrá influido la cábala de De Paul y Paredes?
Argentina le ganó a Uruguay en el Centenario y el sueño mundialista sigue intacto
La Selección Argentina visitó el mítico Estadio Centenario de Montevideo para enfrentar a Uruguay en un partido clave por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Y como si fuera un Boca – River, pero con menos pimienta, la Scaloneta se impuso 2-0 con goles de Sebastián Cáceres en contra y Giuliano Simeone, en un partido donde la ausencia de Messi y Lautaro no se sintió… tanto.
Un Centenario celeste y blanco: Simeone a la altura del partido
A pesar de las bajas sensibles -que alguno diría que fueron más bien altas-, el equipo de Scaloni salió a la cancha con la actitud de siempre: la del campeón. El primer tiempo fue parejo, trabado, con más pierna fuerte que fútbol champagne. Pero como dice el dicho, «el que hace goles gana», y a los 32 minutos, tras un centro de Tagliafico que parecía inofensivo, Sebastián Cáceres la metió en su propio arco, como si fuera un defensor del ascenso en un partido de Copa Argentina. Para colmo de males charrúas, el «Cocho» De Arrascaeta tuvo que salir lesionado a los 41 minutos, dejando a la Celeste sin su principal conductor. En el complemento, a los 69′ apareció el «Cholito» Simeone (sí, el hijo del Cholo), para liquidar el pleito con un golazo que hizo acordar al mejor Radamel Falcao García.
¿Cábalas mundialistas? De Paul, Paredes y el misterio de los caramelos
Previo al partido, las cámaras captaron a Rodrigo De Paul y Leandro Paredes compartiendo unos caramelos en el vestuario. ¿Una nueva cábala mundialista a la altura del «abrazo del oso» de Ruggeri y Sensini? ¿O simplemente un antojo goloso pre-partido? Solo ellos lo saben. Lo cierto es que, más allá de los caramelos mágicos o no, Argentina jugó un partido sólido, con momentos de buen fútbol –sobre todo en el segundo tiempo- y se trajo tres puntos de oro de Montevideo.