El ciclista chileno Jacob Decar Zúñiga, del equipo Stamina, se alzó con la victoria en la exigente Etapa Reina de la Vuelta a San Juan 2025, con un final de infarto en los Altos del Colorado. Decar, tras una fuga tempranera y una demostración de estrategia, logró imponerse en el sprint final, marcando un hito en su carrera y en la historia de la competencia.
Decar Zúñiga conquista la Etapa Reina de la Vuelta a San Juan en un final de película
La Vuelta a San Juan, esa que hasta el más pintado se anima a comentar, tuvo su jornada más picante, la etapa Reina, con llegada a los Altos del Colorado, casi 2800 metros sobre el nivel del mar. Y ahí, entre el aire enrarecido y el esfuerzo sobrehumano, el chileno Jacob Decar Zúñiga, del equipo Stamina, se guardó el nombre entre los ganadores, demostrando que no solo es cosa de empuje, sino de estrategia y piernas de acero.
Luego de cruzar la meta, el oriundo de Chile, quien ya había saboreado la victoria en esta edición, le contó a la Secretaría de Deporte cómo se fraguó su hazaña: «Aquí súper feliz, creo que es un sueño hecho realidad, no pensé que se me iba a dar la etapa». Decar reveló que la fuga se armó temprano, con él cuidando energías mientras otros compañeros libraban sus batallas, pero el destino, como buen guionista de culebrón, le tenía reservada una sorpresa. «Faltando unos 40 kilómetros me avisaron que Diego venía mal. Me dieron luz verde para luchar por la etapa». ¡Y qué manera de aprovechar la oportunidad!
Un triunfo de estrategia y piernas de hierro en la montaña sanjuanina
Pero como todo en la vida, no fue un camino de rosas. Jacob, con la humildad de los grandes, admitió que «nos pillaron los de Pocito faltando un kilómetro más o menos». Uno pensaría que ahí se acabó la película, pero como en un buen clásico, la historia dio otro giro. «Yo pensé que ya se nos había arrancado la etapa, pero nada, había que enfocarse y tratar de disputar el sprint», relató Decar, quien con un remate de pura potencia, selló su victoria en la etapa reina de la Vuelta. Aquello fue como ver un gol de Maradona a los ingleses pero en bicicleta.
Con la sabiduría que deja la experiencia, admitió que ya conocía el terreno, como el que sabe de memoria los pasitos de los bailes de salón. «El año pasado ya la había corrido, así que conocía gran parte, más o menos ya cachaba cuánto era el tiempo de subida y todo eso me iba mentalizando». No es solo cuestión de suerte, muchachos, sino de preparación. Para el ciclista chileno, la clave estuvo en la primera parte de la subida, «los primeros kilómetros de la subida son los más duros», confesó, pero supo gestionar el esfuerzo y llegar con energías para el sprint final, ese que definió todo.
¿A quién le dedicamos este triunfo? Una victoria para la historia del ciclismo
Este triunfo no es solo para Jacob, es para todos los que alguna vez soñaron con alcanzar la cima (literal y metafóricamente hablando). «Al principio de la vuelta yo creo que no pensábamos en ganar la Etapa Reina. Veníamos por las etapas planas y nada, se nos dio y supimos aprovechar la oportunidad». Y así, demostrando que en el ciclismo, como en la vida, a veces hay que saber jugar las cartas que te tocan y cuando se da la oportunidad, hay que salir a comerse la cancha. A esa altura los relatores no sabían que decir y solo gritaban ¡GOL! ¡GOL! como si esto fuera un partido de fútbol.
Por último, el campeón le dedicó el triunfo con gratitud: «A mi familia, a mis padres, a mis hermanos, a mi entrenador, al staff, al equipo que hemos…» Y con esa dedicatoria, Jacob Decar Zúñiga grabó su nombre con letras de oro en la historia de la Vuelta a San Juan, dejando una anécdota que seguro se contará por años en los fogones de los asados post-carrera. Y nosotros, desde este humilde rincón del periodismo deportivo, lo aplaudimos de pie.