En un inicio de torneo para el olvido, Vélez, el último campeón, no solo cayó 3-0 ante Tigre, sino que también sufrió la grave lesión de Joaquín García, fracturándose el tobillo. Para colmo de males, Nacho Russo, la nueva adquisición del Matador, se despachó con un doblete en los primeros minutos del partido, dejando al Fortín tambaleando y a su DT, Sebastián Domínguez, recalculando en tiempo récord.
El telón del Torneo Apertura se levantó con una obra de terror para Vélez. El equipo de Liniers, flamante campeón, arrancó la defensa del título con el pie izquierdo, y no solo por el resultado ante Tigre. El marcador final de 3-0 fue apenas una de las malas noticias de la tarde, ya que el defensor Joaquín García se llevó la peor parte en un choque que le provocó una fractura de tobillo que lo dejó fuera de la cancha en ambulancia.
Cuando el reloj marcaba los 29 minutos del primer tiempo, en una jugada que comenzó con un pase al vacío de Francisco Pizzini, García fue a pelear la pelota con Nahuel Benegas. El intento de este último por evitar que el lateral de Vélez se hiciera con el balón terminó con García tendido en el campo, retorciéndose de dolor y con un tobillo que parecía estar torcido en un ángulo imposible, más parecido a lo que haría un contorsionista que un futbolista.
La imagen del pie de García hiperextendido, como si hubiera intentado hacer un remix de un paso de baile clásico, fue lo que dejó claro que no era un simple golpe. El cuerpo médico entró en acción de inmediato y, tras unos minutos de angustia, el jugador fue retirado en camilla y luego trasladado en ambulancia a un centro médico. Para Domínguez, esto significó tener que meter a la cancha a Isaías Andrada, un debut inesperado que, como diría el Bambino Veira, «no lo tenía en el presupuesto».
La grave lesión de Joaquín García en Vélez ante Tigre
Nacho Russo: de debut soñado a pesadilla fortinera
Pero, como si la lesión de García no hubiese sido suficiente, a Vélez se le sumó otro dolor de cabeza: Ignacio Russo. El delantero de Tigre, recién llegado como refuerzo, se hizo presente en el marcador con un doblete que dejó al Fortín con la boca abierta. Apenas habían transcurrido 8 minutos de juego, y el Fortín ya perdía 2-0, como para que los hinchas del equipo de Liniers empiecen a tomar pastillas para la presión.
El primero de los goles llegó como un balazo a los 2 minutos; un centro de Nahuel Banegas encontró a Russo por el segundo palo, quien con un remate cruzado dejó sin chances a Tomás Marchiori. Es como si Russo hubiese salido del túnel de vestuarios con el arco entre ceja y ceja.
Desde el vestuario, Nacho Russo marcó el primero para Tigre ante Vélez
Un inicio para el olvido
Seis minutos después, para confirmar que Vélez no estaba pasando por su mejor día, un tiro libre de Sebastián Medina desató una confusión en el área, que terminó con Russo fusilando de zurda para el 2-0. El partido para el Fortín estaba resultado ser una combinación de despropósitos y mala fortuna, a lo que se sumó un gol de Martín Ortega en el segundo tiempo para redondear el 3-0 final. Es como si, en lugar del equipo campeón, hubiera salido a la cancha un equipo de veteranos que olvidaron dónde jugar.
La tarde en Victoria dejó a Vélez con más dudas que certezas. Pero como dice el dicho: «no hay mal que dure 100 años». El equipo de Domínguez tendrá que aprender rápido de esta derrota si no quiere que el torneo Apertura se convierta en una pesadilla. Por lo pronto, el hincha del Fortín ya tiene su tema de debate para la semana.
¡Otra vez Russo! El delantero de Tigre marcó un doblete ante Vélez
Ortega se sumó a la goleada de Tigre ante Vélez
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