Franco Armani, el Pulpo del Monumental, se vistió de héroe otra vez para River, atajando pelotas imposibles y asegurando un empate sufrido contra Sarmiento. ¿Le alcanza con Armani a River?
Armani, el salvador de River en Junín: ¿Figura o reflejo de un equipo en problemas?
Franco Armani, el arquero que tantas veces nos hizo acordar al Pato Fillol por sus atajadas milagrosas, volvió a ser la figura de River. Esta vez, en el aguerrido campo del Eva Perón de Junín, el Pulpo se puso el equipo al hombro y evitó una derrota que hubiera dejado a más de uno masticando bronca. Cuatro tapadas, incluyendo una volada espectacular sobre el final del partido para sacarle un zapatazo a Magnín que iba directo al ángulo, dejaron a Sarmiento con las manos vacías y a River con un punto que, visto lo visto, festejó como un triunfo.
Es cierto que un empate de visitante no es para hacer papelones, pero… ¿hasta cuándo River va a depender de las atajadas de Armani? ¿Es justo para el Pulpo tener que ser siempre el bombero que apaga los incendios defensivos del equipo? Uno se acuerda de los equipos del Bambino Veira, donde el Beto Alonso hacía magia en la mitad de la cancha pero si la cosa se complicaba atrás, el Mono Burgos te sacaba hasta las balas de cañón. Acá la cosa parece similar, con un Armani que se agranda en los momentos difíciles mientras el resto del equipo parece andar a media máquina.
¿Demasiada responsabilidad para el Pulpo?
Si bien el técnico y los jugadores reconocieron la labor de Armani («Franco es un arquero extraordinario, nos salvó varias veces», dijo Demichelis post partido), la pregunta que queda flotando en el aire es si esta dependencia de la figura del arquero es sana para River a largo plazo. Es como si estuviéramos jugando con un Bochini en el arco, capaz de resolver situaciones imposibles, pero sin un equipo sólido que lo acompañe. Al final, el fútbol es un deporte colectivo, y ni el mismo Maradona podría ganar un partido solo.
El hincha opina: ¿Armani para la Selección?
Y como si fuera poco, en las redes ya se empezó a hablar de la vuelta de Armani a la Selección. Con Dibu Martínez afianzado en el arco, la discusión parece un poco fuera de lugar, pero… si Armani sigue atajando así, ¿quién te dice que Scaloni no se tienta? Total, ya vimos que en el fútbol argentino, como decía Mostaza Merlo, “paso a paso, poquito a poquito, se va lejos”.
