Barracas-Racing: ¡Disparos y juego detenido! ¿Qué desató el caos?

Redacción Cuyo News
3 min
Cortito y conciso:

El partido entre Barracas Central y Racing fue interrumpido dos veces debido a incidentes con hinchas del Guapo. Primero, por subirse al alambrado y luego por disparos fuera del estadio tras un confuso episodio con la policía que involucró una cadenita perdida. El árbitro Fernando Echenique detuvo y luego reanudó el juego después de que la situación se calmara.

24/01/2025 17:18hs.

El encuentro entre Barracas Central y Racing, disputado en el estadio de Arsenal, dejó más tela para cortar que un clásico de barrio. Apenas comenzado el partido, a los ocho minutos, el juez Fernando Echenique se vio obligado a detenerlo. ¿La razón? Hinchas de Barracas, en una demostración de pasión desmedida, habían decidido escalar el alambrado.

La imagen era insólita. No hablamos de un Monumental repleto, sino de un Julio Humberto Grondona con no más de 2000 personas. Pero los problemas no cesaron ahí. Mientras la cámara enfocaba a los «trepadores», se escucharon detonaciones detrás de la tribuna local. ¿Qué pasaba? Disparos, sí, disparos. Echenique, con la paciencia de un monje tibetano, esperó y reanudó el juego. Pero la calma no duró, apenas cuatro minutos. Nuevamente: ¡pum! ¡pum! Y la pelota otra vez al córner.

La imagen detrás de la tribuna: hinchas sin entrar y policías.La imagen detrás de la tribuna: hinchas sin entrar y policías.

El incidente que paralizó el partido

¿Qué pasó detrás de la tribuna? Imágenes de hinchas intentando ingresar y un cordón policial marcaban la escena. El referí, tras coordinar con la policía, decidió que el espectáculo podía continuar. ¡Menos mal! Los hinchas querían fútbol, y la policía, aparentemente, también. ¡Un verdadero quilombo!

Barracas Central 

Se paró Barracas – Racing: los hinchas se subieron al alambrado y hubo disparos fuera de la cancha

Salas contra el arquero Ledesma (Fotobaires).Salas contra el arquero Ledesma (Fotobaires).

La insólita razón de los disparos

Según pudo averiguar , con fuentes de seguridad, la causa de los disparos fue digna de Eber Ludueña en sus peores épocas. Resulta que durante el cacheo a la entrada, un hincha perdió una cadenita. Al no encontrarla, acusó a la policía. ¿La reacción? Piedras por parte de los hinchas y disparos al aire por parte de los agentes. Para rematar, el hincha encontró la cadenita, y así, como si nada, entró al estadio. El fútbol argentino, señores, no deja de sorprendernos.

En fin, una jornada que quedará para el anecdotario. El partido, que continuó después de todo este lío, es casi secundario ante semejante despliegue de descontrol. ¿Debería sorprendernos? En el fútbol argentino, ya nada sorprende, y quizás esa sea la única certeza que nos queda.

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