Con ocho fechas jugadas en el Apertura 2025, la tabla anual empieza a tomar forma, definiendo no solo los candidatos a los octavos de final sino también los posibles clasificados a las copas internacionales de 2026. La lucha por la Libertadores y la Sudamericana está al rojo vivo.
El campeonato argentino, ese torneo que te deja con los pelos de punta como un cabezazo de Palermo en la hora, ya tiene a varios equipos soñando con la gloria continental. Con apenas ocho fechas disputadas del Apertura 2025, la tabla anual, esa que te define el futuro copero, empieza a calentar motores.
La tabla anual: un universo paralelo
A esta altura del partido, Estudiantes, Argentinos y Tigre comparten la punta con 18 puntos, como si fueran los tres chiflados del buen fútbol. Pero ojo, que esto recién empieza. La tabla anual es un maratón, no un sprint, y como decía Mostaza Merlo: “Paso a paso”. Rosario Central, con 17 puntos y un saldo positivo como el superávit comercial que nunca llega, les pisa los talones. Central Córdoba y Defensa, con 14 unidades, también se perfilan como serios candidatos a pelear por un lugarcito en la fiesta grande de América.
Más abajo, en la tabla, hay varios que se juegan el descenso y otros que sueñan con meterse en la Sudamericana, ese torneo que si lo ganás te da un pase directo a la Libertadores, como si fuera un ascensor directo al Olimpo del fútbol. Barracas Central, Independiente Rivadavia, y hasta el mismísimo Racing, campeón de la Sudamericana 2024 (ese que nos hizo emocionar como el gol de Maradona a los ingleses), están en la pelea. Pero como decía el Bambino Veira, “esto es fútbol, señor”, y acá todo puede pasar.
El sueño de la Libertadores: la obsesión de los grandes
La Libertadores, la madre de todas las batallas, reparte seis boletos para los equipos argentinos. Los dos campeones (Apertura y Clausura), el campeón de la Copa Argentina y los tres mejores de la tabla anual, sin contar a los ya clasificados, se aseguran un lugar en el torneo más prestigioso del continente.
Claro que hay más variables que un partido de Bilardo: si un equipo argentino gana la Libertadores o la Sudamericana de este año, se abre un cupo extra y la tabla anual se reacomoda como un tetris. Es un sistema complejo, sí, pero como decía Menotti: “el fútbol es simple, lo difícil es hacerlo simple”.
La Sudamericana: el premio consuelo con sabor a revancha
Y para los que no llegan a la Libertadores, queda la Sudamericana, el torneo que te da la chance de jugar en el exterior y, por qué no, de llegar a otra Libertadores. Seis equipos argentinos se clasifican directamente por la tabla anual, siempre y cuando no hayan clasificado a la Libertadores. O sea, es como el repechaje del repechaje, pero con la posibilidad de dar el batacazo.
En definitiva, la tabla anual del fútbol argentino es un reflejo de la pasión y la locura que genera este deporte en nuestro país. Un torneo aparte, dentro del torneo, donde cada punto se celebra como un gol en el último minuto y cada derrota se lamenta como un penal errado en una final. Como diría el Chavo del 8: “bueno, pero no se enoje”. Esto recién empieza, y todavía queda mucha tela para cortar.