12/02/2025 20:38hs.
Riestra y Rosario Central no se sacaron diferencias en un partido chivo que terminó 0-0. Si bien hubo chances para ambos lados, un penalazo no cobrado a favor del Malevo se robó el show y desató la bronca del Ogro Fabbiani contra el árbitro Juan Pafundi.
En un duelo que prometía más de lo que entregó, Riestra y Rosario Central igualaron sin goles en el Bajo Flores. Un primer tiempo con pocas emociones, donde Ignacio Arce, el 1 de Riestra, le sacó un grito sagrado a los rosarinos, le dio paso a un complemento donde el local se animó un poco más y también tuvo sus chances. Pero la redonda no quiso entrar, ¿será que estaba esperando el empujoncito de Pafundi?
Y hablando de empujoncitos, como viene siendo costumbre en nuestro fútbol, la polémica no podía faltar. Corría el minuto 10 del segundo tiempo cuando, en un córner para Riestra, Jonathan Herrera se preparaba para cazar la bocha en el área. Pero, ¡oh, sorpresa!, Juan Manuel Elordi lo fajó a vista y paciencia del árbitro Juan Pafundi. Agarrón, derribo y Herrera que no pudo ni saltar. Un penal más grande que el Obelisco, señores.

Lo insólito es que Pafundi, con una ubicación privilegiada, miró para otro lado. Sí, leyó bien, ¡para otro lado! Y desde el VAR, en Ezeiza, Ariel Penel tampoco movió un dedo para corregir semejante error. ¿Estaban viendo el partido o jugando al truco? La impunidad fue tal que el Ogro Fabbiani, DT de Riestra, explotó de bronca contra el arbitraje. Y no es para menos, che.
El Ogro no se guardó nada contra Pafundi
«Es malo de verdad Pafundi», sentenció el Ogro, con la vehemencia de un hincha y la autoridad que le da su pasado como jugador. Y es que, señores, a veces uno se pregunta si estos árbitros entienden lo que se están jugando los equipos. Un penal mal cobrado puede significar la gloria o el descenso, y Pafundi parece vivir en una realidad paralela.
Riestra –
El Ogro Fabbiani expresó todo su enojo contra el árbitro
“Es malo de verdad Pafundi”, dijo el ex delantero con pasado en River. Crédito: @SC_ESPN.
¿Y ahora qué? Riestra se quedó con la bronca y un punto que no le sirve de mucho. Central, por su parte, se vuelve a Rosario con la sensación de que pudo haber hecho más. Pero la realidad es que, una vez más, el arbitraje argentino quedó en el ojo de la tormenta. Y así, señores, es difícil que nuestro fútbol levante cabeza. ¿Hasta cuándo vamos a seguir aguantando estos papelones?