Al Rojo se le viene una seguidilla infernal: siete partidos en 23 días. La suspensión del encuentro contra Atlético Tucumán por el diluvio en el José Fierro le cambió el fixture a Independiente y ahora Julio César Vaccari deberá hacer malabares para administrar las cargas y evitar lesiones. Se viene un fixture digno de la época de Bochini ¡Que la magia del Bocha nos ilumine!
Se le viene la noche al Rojo: ¡Siete partidos en 23 días!
La suspensión del partido contra Atlético Tucumán por el diluvio universal que azotó el José Fierro dejó al Rojo en una situación complicada. No solo se postergó el encuentro, sino que se le armó un fixture apretadísimo al Rey de Copas: siete partidos en tan solo 23 días. Un panorama que obliga a Julio César Vaccari a pensar en un equipo como el Barcelona de Guardiola, rotando jugadores para evitar lesiones. ¿Podrá el Rojo con esta seguidilla infernal?
El fixture del Rojo: una maratón digna de la época del Bocha
El plantel de Avellaneda, luego de pegar la vuelta sin jugar en Tucumán, entrenó en Villa Domínico pensando en el crucial partido del martes ante Guaraní por la Copa Sudamericana. Un partido clave para el Rojo, que viene de capa caída en el torneo internacional y necesita sumar de a tres si quiere seguir con vida. A este encuentro le sigue el reprogramado contra el Decano (29 o 30 de abril), el del domingo 27 ante Deportivo Riestra, la visita a Rosario Central el 3 o 4 de mayo -un partido para alquilar balcones con aroma a final-, el viaje a Montevideo para enfrentar a Boston River el 6 de mayo y, para cerrar con broche de oro, los octavos de final del Torneo Apertura entre el 10 y el 15 de mayo.
¿Rotación o muerte? El dilema de Vaccari
Con semejante calendario, la rotación se convierte en la palabra clave para Vaccari. El técnico ya tenía pensado meter mano en el equipo para el partido suspendido contra Atlético Tucumán, pero ahora la necesidad se multiplica. Administrar las cargas físicas y evitar que los jugadores terminen fundidos como el equipo de Bielsa en el Mundial 2002 será fundamental. ¿Se la jugará por los pibes o apostará a la experiencia de los históricos? ¿Habrá lugar para alguna sorpresa táctica a lo Mostaza Merlo? Solo el tiempo lo dirá. Lo cierto es que este fixture es una prueba de fuego para el Rojo y su cuerpo técnico. ¡A ponerle huevo y garra, muchachos, que la hinchada está con ustedes!
