Independiente muestra un rendimiento notable como local en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, con una racha invicta de 16 partidos. Sin embargo, su desempeño como visitante deja mucho que desear, evidenciando dificultades para mantener el nivel y sumar puntos fuera de Avellaneda, lo que genera preocupación en el cuerpo técnico liderado por Julio Vaccari.
Independiente, dos caras tiene la moneda. Arrancó la temporada con el pie derecho, ahí, codeándose en los puestos de vanguardia de la Zona B en este Torneo Apertura que promete. Pero, ¡ojo!, que el Rojo viene arrastrando un problemita del año pasado que se sigue repitiendo como gol en el clásico: es un equipo en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini y otro, ¡mamita querida!, cuando agarra la valija y sale de Avellaneda.
¿A qué se debe esta diferencia?
Y los números no mienten, eh. El rendimiento colectivo habla por sí solo. El equipo, después de la goleada a Vélez en casa, parecía que iba a levantar vuelo. Pero, ¡pah!, llegó la visita a Vicente López y se pinchó el globo. Un partido incómodo, sin ideas claras, y aguantando un triunfo que, a decir verdad, no merecía frente a un Platense que propuso más.
A ver, seamos justos, Independiente está mostrando una mejoría con respecto al 2024, donde se quedó con las ganas de la Copa Libertadores. Pero como diría Bilardo, «la historia es la historia», y las falencias de visitante siguen ahí, latentes. Julio Vaccari, post empate 1-1 con el Calamar, lo reconoció en conferencia de prensa, gentileza de los colegas que estuvieron ahí cubriendo: “No encontramos los caminos, no pudimos fluir en el medio. Pudimos, en algunos momentos, hacernos fuertes desde otras facetas que no fueron las futbolísticas. Creo que podemos jugar mejor de visitante”. ¿Será, Julio? ¡El hincha quiere ver, eh!
El fortín de Avellaneda
En casa, el Rojo se hace gigante, como aquellos equipos de Bochini en los ’80. ¡Lleva 16 partidos sin saber lo que es perder! Diez victorias y seis empates, papá. Y con Vaccari al mando, la cosa es aún más seria: nueve triunfos y cinco empates, ¡un 76% de los puntos disputados! Y este 2025 pinta bárbaro: ¡100% de efectividad, derrotando a Sarmiento (2-1), Gimnasia (2-0) y Vélez (3-0)! ¿Será que encontraron la fórmula?
Pero cuando el CAI cruza la General Paz, la historia cambia. Desde que llegó Vaccari, todas las derrotas fueron lejos del Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini: contra Instituto en Alta Córdoba, Independiente Rivadavia en Mendoza, Huracán en Parque Patricios, Newell’s en Rosario, River en el Monumental y Vélez en cancha de Lanús, por la Copa Argentina. ¡Una lista que preocupa, eh!
¿Qué pasa fuera de casa?
Este año, como visitante, le ganó a Talleres en el Kempes, cayó con River e igualó con Platense. En total, cuatro triunfos (uno ante Godoy Cruz por el torneo federal), seis empates y seis derrotas, cosechando un 37,5% de los puntos en juego. ¡Números que no invitan al optimismo!
Más allá de los resultados, lo que más preocupa a Vaccari es la actitud del equipo fuera de casa. Se pierde ese juego asociado, esa presión constante, ese fútbol ofensivo que se ve en Avellaneda. Afuera, se apuesta a las transiciones rápidas, pero cuesta encontrar los caminos y los jugadores de buen pie no aparecen. ¡Habrá que laburar, Julio, que esto recién empieza!
