Independiente: ¿Qué pasó en la práctica? La gran duda.

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

El Rojo empató sin goles ante Banfield en un partido que dejó más dudas que certezas. El equipo de Avellaneda no logra levantar cabeza y la paciencia de la hinchada parece agotarse. A pesar de algunos chispazos individuales, el funcionamiento colectivo sigue dejando mucho que desear.

Independiente sigue sin levantar vuelo y empata ante Banfield

En una noche que prometía ser de revancha, Independiente volvió a defraudar a su gente. El empate sin goles ante Banfield en el Florencio Sola dejó un sabor amargo en la boca de los hinchas, que ven cómo el equipo sigue sin encontrar el rumbo. Si esto fuera un partido de truco, el Rojo estaría haciendo señas equivocadas a su compañero.

El partido fue un fiel reflejo de lo que ha sido la campaña del equipo hasta ahora. Pocas ideas claras, escasa profundidad y una alarmante falta de gol. A pesar de tener la posesión del balón en algunos tramos del encuentro, el equipo de Avellaneda no logró generar situaciones claras de peligro. “Es que en el fútbol de hoy, si no la metes, estás afuera”, sentenció más de un hincha en la tribuna.

Las pocas jugadas de riesgo fueron producto de individualidades, pero no de un juego colectivo que logre marcar diferencias. De hecho, por momentos, el equipo parecía más un rejunte de jugadores que un verdadero equipo. “Que alguien le avise al técnico que esto no es un picado de solteros contra casados”, bramaba un socio, luego de ver otro pelotazo sin ton ni son.

¿Es hora de que salten las alarmas en Avellaneda?

Si bien es cierto que el torneo recién empieza y hay tiempo para mejorar, la realidad es que Independiente no muestra signos de evolución. La falta de gol es un problema recurrente y la fragilidad defensiva sigue siendo un dolor de cabeza para el cuerpo técnico. Los resultados no acompañan y las críticas empiezan a sonar cada vez con más fuerza en los pasillos del club. “Acá no hay que buscar excusas, hay que dar la cara y empezar a ganar”, disparó un ex jugador del club.

El empate ante Banfield fue un nuevo llamado de atención para los dirigentes y el cuerpo técnico. La hinchada, fiel como siempre, sigue bancando, pero la paciencia es cada vez menor. «Que juegue el pibe», se escucha desde las tribunas, reflejando la desesperación por un cambio, por algo que les de esperanzas.

Las declaraciones post partido

El entrenador, en conferencia de prensa, intentó llevar calma, pero su discurso no convenció a muchos. “Vamos a seguir trabajando y tratando de mejorar”, declaró, con un dejo de cansancio en su voz. La platea, que no se come las verdes, sabe que las palabras no son suficientes y que solo los resultados lograrán cambiar la realidad del equipo.

No hay mucho para decir. El equipo no levanta y la gente empieza a perder la paciencia. Si esto fuera una carrera de caballos, más de uno estaría pensando en apostar por el rival. La pregunta que todos nos hacemos ahora es: ¿cuánto tiempo más vamos a tener que esperar para ver al verdadero Independiente?

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