En un lapso de quince minutos, Talleres e Independiente protagonizaron un festival de errores que resultó en dos goles insólitos. Primero, un autogol de Federico Vera abrió el marcador a favor de Talleres. Luego, una acción idéntica pero a la inversa, culminó con Juan Rodríguez marcando en propia puerta, dejando el marcador 1-1 en un comienzo de partido para el infarto.
¡Qué manera de arrancar un partido, señoras y señores! Apenas quince minutos le bastaron a Talleres e Independiente para regalarnos una catarata de insólitas jugadas que terminaron en dos goles de antología… pero en contra. Sí, leyeron bien, dos goles en contra en un abrir y cerrar de ojos. ¿Estamos viendo fútbol o una final de truco donde la suerte juega su propio partido? Porque lo que pasó en esos minutos iniciales es para alquilar balcones. El primero, cortesía de Federico Vera, que en su afán de despejarla, la mandó a guardar en el ángulo. Un golazo, ¡pero para Talleres! Apenas se acomodaban las gargantas después de semejante blooper, y ya iba el empate… otro golazo, pero esta vez de Juan Rodríguez, que no tuvo mejor idea que cabecearla por encima de su arquero. ¿Estarán jugando al despiste o a ver quién se manda la peor?
Dos errores que desataron la locura
En el fútbol, como en la vida, hay días en los que parece que la pelota tiene vida propia, y no se cansa de sorprendernos a cada rato. Y este partido, en tan solo ese lapso, ya tenia material de sobra para que los programas de archivo deportivo lo reproduzcan hasta el hartazgo. ¿Vera y Rodriguez practicaron esto en los entrenamientos o simplemente se confabularon para brindarnos este show de autogoles? Porque, a ver, no es todos los días que vemos dos goles en contra tan parecidos en tan poco tiempo. Algunos pensarán que son jugadas desafortunadas, pero yo digo, ¿será que los defensores se pusieron de acuerdo para ver quién hacía el gol más raro? Parece que hasta Eber Ludueña se habría sorprendido con tal festival de pifias.
El primero en ponerla contra su propia red fue el defensor de Independiente, Federico Vera. Apenas corrían tres minutos cuando, intentando rechazar un centro de Nahuel Bustos, terminó clavando la pelota en el segundo palo. Un golazo de esos que uno gritaría si su equipo lo hubiese hecho a favor, pero que en este caso, dejó al hincha del Rojo con el Jesús en la boca. Y lo de Vera no fue más que el aperitivo para lo que vendría depués. Porque apenas unos minutos más tarde, el defensor de Talleres, Juan Rodríguez decidió que no iba a ser menos que su colega y, sin pensarlo mucho, cabeceó la pelota por encima de su arquero, marcando el empate para Independiente. El partido estaba 1 a 1, y con el marcador igualado, la sensación era que cualquier cosa podía pasar.
Del horror al show: ¿Qué pasó en la cancha?
El partido transcurría y en las tribunas la gente no sabía si reír, llorar o pedir el VAR para entender qué carajo estaba pasando. Ya nada parecía tener sentido en esos minutos iniciales. La pregunta que se hacía cada hincha era: ¿esta es la Liga Profesional o una versión mal actuada de «Los Tres Chiflados»? Porque si estos no son los blooper del año, que baje Dios y lo vea. Lo cierto es que este inicio de partido nos dejó en claro que en el fútbol, a veces, lo más inesperado es lo que termina sucediendo. El fútbol argentino siempre es un show en el que la incertidumbre es la única certeza. ¿Qué más nos tendrán preparadas estas joyitas del fútbol para el resto del partido? Lo único seguro es que, pase lo que pase, nadie olvidará ese inicio.
Liga Profesional –
Vera, en contra, puso el 1 a 0 de Talleres
Liga Profesional –
Dos goles en contra en el 1 a 1 de Talleres e Independiente
