Iker Muniain sufrió un desgarro y, en una jugada que muestra compromiso y desesperación por volver a las canchas, viajará a España para tratarse con Jurdan Mendiguchía, reconocido fisioterapeuta de élite. Esta lesión lo dejaría fuera de las canchas cerca de un mes, perdiendo partidos clave como ante Vélez y River. Su decisión de buscar recuperación acelerada refleja la urgencia del «Ciclón» por tenerlo en cancha.
El desgarro de Iker Muniain, confirmado tras los estudios del viernes, cayó como un balde de agua helada en Boedo. Ni Miguel Ángel Russo, ni la hinchada de San Lorenzo, ni el mismo vasco se esperaban semejante noticia, menos con los clásicos a la vuelta de la esquina. Pero el fútbol es así, te da una alegría y al rato te la quita. El volante, con la rebeldía de un pibe que no quiere perderse nada, tomó una decisión que demuestra su compromiso y la urgencia que tiene por volver a las canchas: viajará a España para ponerse en manos de un especialista, una eminencia en su campo.
La lesión de Muniain: Un golpe al corazón azulgrana
A priori, el desgarro en el recto anterior del cuádriceps derecho lo marginaría de las canchas por un mes. Y, como si fuera poco, el calendario apremia a San Lorenzo. Ya están pensando los hinchas que el «Ciclón» podría perderse de cinco a seis partidos de los 16 de la primera etapa del torneo. El calendario es cruel, y los enfrentamientos ante Vélez, River y Huracán (nada más y nada menos) no harán más que aumentar la preocupación en el cuerpo técnico.
Pero Iker, que no se anda con vueltas, reaccionó rápido. Informó a los dirigentes y al cuerpo técnico que entre el domingo y el lunes agarrará un avión rumbo a su tierra natal para tratarse con Jurdan Mendiguchía, un fisioterapeuta de renombre mundial con sede en Pamplona. Mendiguchía no es un improvisado, es un tipo que sabe lo que hace. Se trata de un profesional al que acuden figuras de la talla de Ander Herrera, Ansu Fati, Benzema, Sadio Mané, Mourinho, estrellas de la NBA y hasta los All Blacks. Una verdadera eminencia, un capo, un tipo que podría aparecer en un programa de la TV Pública pero en el segmento de «Gente que sabe».
Un viaje a la esperanza para el Vasco
Muniain estará cerca de una semana en España, concentrado en su recuperación, trabajando doble turno para volver a estar bajo las órdenes de Russo lo antes posible. No nos engañemos, este viaje es una declaración de intenciones de un jugador que no quiere perderse nada y que demuestra que no es un calienta bancas, que está para darlo todo en el campo de juego. Es un mensaje para sus compañeros, para la dirigencia y para la hinchada, que no se conforma con medias tintas y que siempre querrá más. En el mundo del fútbol, como en la vida, siempre hay un Eber Ludueña esperando a ser descubierto.