Platense y Defensa empataron sin goles en Vicente López. El Calamar mereció más, pero no pudo romper el cero. Defensa, con un hombre menos, aguantó como pudo y se llevó un punto.
Un cero a cero con sabor a poco en Vicente López
Platense y Defensa y Justicia igualaron 0-0 en un partido trabado y con pocas emociones. El Calamar, haciendo las veces de local, fue el que más intentó pero se encontró con una defensa sólida y un arquero, Unsain, que respondió cuando fue necesario. ¿Mereció más Platense? Y… la verdad que sí, generaron más, pero como diría el Bambino Veira, «el fútbol no es de merecimientos, es de goles».
### ¿Faltó picante arriba?
El primer tiempo fue parejo, de ida y vuelta, con ambos equipos buscando el arco rival. Sin embargo, faltó claridad en los últimos metros y las situaciones de peligro fueron escasas. Platense tuvo la más clara con un remate de Servetto que se fue apenas desviado. Digamos que el partido estaba para un «golazo de otro partido», como decía el gran Mostaza Merlo.
En el complemento, el Halcón se quedó con diez hombres por la expulsión de Cardona. A partir de ahí, Platense se adueñó del balón y arrinconó a su rival. Pero claro, con uno menos, Defensa se cerró bien atrás, se transformó en un equipo compacto, tipo el Boca de Bianchi, y aguantó el resultado. Los cambios que metió Martín Palermo no lograron cambiar el rumbo del encuentro.
### Unsain, la figura de la cancha
Si hay que elegir una figura, sin dudas fue Ezequiel Unsain. El arquero de Defensa y Justicia tuvo varias intervenciones clave que impidieron la caída de su arco. Le tapó un mano a mano a Benítez, sacó un cabezazo de Taborda y se mostró seguro en todas las pelotas aéreas. Una actuación «a lo Goycochea», diría mi viejo.
El empate deja a ambos equipos con sensaciones encontradas. Platense, porque mereció ganar pero no pudo concretar. Defensa, porque con uno menos rescató un punto valioso de visitante. Como dijo alguna vez Bilardo, «el resultado es lo que importa». Y en este caso, el resultado fue un empate que no le sirve demasiado a ninguno de los dos.
